Un magistrado en problemas
Jorge Sánchez Morales acaba de meter en un problema al Tribunal Electoral del Estado de Puebla. Resulta que fue electo como idóneo en la segunda ronda para elección de magistrados al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y deberá comparecer el 30 enero próximo, junto con otros 28 aspirantes. El problema es que ese mismo día está programado para las 11:00 horas el informe anual del presidente del TEEP, Ricardo Adrián Rodríguez Perdomo. Por tratarse de una sesión solemne todos los magistrados deben acudir al acto oficial. Entonces, ¿qué hará Sánchez Morales: irse o quedarse? ¿Pedir que cambien la hora? ¿Será?
Decisiones firmes
El secretario de Seguridad Pública estatal, Jesús Rodríguez Almeida, decidió tomar al toro por los cuernos y ordenó una exhaustiva investigación en torno a las denuncias sobre las ligas de funcionarios de la Policía Preventiva Estatal –que forman parte de La Hermandad– con el narcomenudeo. Asuntos Internos se encargará de resolver hasta dónde llega el cochinero de este grupo de uniformados. No es una decisión fácil, pero el secretario, fiel a su estilo, no se anduvo con medias tintas. Nos dicen que la instrucción es irse a fondo. ¿Será?
¿Candidato de La Hermandad ?
Hasta hace unos días, las cabecillas del oscuro y corrupto grupo de La Hermandad no podían ocultar su alegría. No había quien pudiera sacarlos de su beneplácito. ¿La razón? Proclamar a los cuatro vientos que el nuevo secretario de Seguridad Pública estatal sería uno de sus viejos amigos: Daniel Vázquez Sentíes, con quien pudieron trabajar muy bien en su paso por la Dirección de Vialidad municipal y el CERI. En el calor de su extásis aseguraban que regresarían de nueva cuenta las canonjías. Otros más nos aseguran que el supuesto vínculo de Vázquez Sentíes con La Hermandad no es real, pero tratan de golpetearlo para impedir su arribo. Sean peras o manzanas, lo cierto es que este inefable grupo está desesperado por recuperar sus fueros. ¿Será?
La lucha sigue
La elección del Estado de México se convirtió en la caja de resonancia de la sucesión presidencial. El movimiento del dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés, de imponer a Josefina Vázquez Mota es un mensaje tanto para Rafael Moreno Valle como para Margarita Zavala de Calderón. Pretende ir solo, construir acuerdos al margen de los dos. El problema es que sólo está abonando a la división interna. Es sólo cuestión de tiempo. ¿Será?
