La incertidumbre es tal entre los trabajadores de la armadora que han tenido que dejar fuera del calendario los puentes largos
Por Serafín Castro
Entre la base trabajadora de la Volkswagen en Puebla impera un ambiente de incertidumbre ante la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos y las repercusiones que sus medidas proteccionistas puedan traer a las exportaciones mexicanas.
La inquietud entre la base trabajadora y la dirigencia del sindicato es tal, que han tenido que dejar fuera del calendario anual de producción los puentes largos, que se irán ajustando conforme la demanda del mercado.
Durante el viernes de la semana pasada, justo el día en que Trump asumió la presidencia, la secretaría general del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz de la Volkswagen (Sitiavw) informó a sus agremiados que el calendario de trabajo de 2017 se ajustará de acuerdo al comportamiento del mercado automotriz, por lo que de momento sólo se contemplan los días de descanso obligatorios marcados por la Ley federal del Trabajo y establecidos en el contrato.
De acuerdo con la dirigencia del sindicato, la incertidumbre económica que vive el país “no permite una planeación real del programa de producción”, razón por la cual es posible que se realicen ajustes en el calendario de actividades según “el comportamiento del mercado automotriz” a lo largo del año.
De esta manera, indica el comunicado distribuido por la dirigencia sindical entre los nueve mil agremiados, se trabajarán todos los viernes en jornada corta, como es costumbre, y “no habrá puentes de descanso”, debido a que esto permitirá “mantener una estabilidad laboral”.
El comunicado distribuido entre los sindicalizados señala que en caso de que haya algún cambio en el calendario de actividades como el paro de actividades, se avisará de forma oportuna a los trabajadores.
Los directivos de la firma alemana Volkswagen han asegurado que la planta automotriz de Puebla mantendrá su producción en la entidad a pesar a las amenazas del nuevo presidente de los Estados Unidos de cerrar las fronteras a las importaciones y de castigar con altos aranceles a las empresas que estén asentadas en territorio mexicano y exporten sus productos a los Estados Unidos.
A pesar de esto, la incertidumbre crece entre los trabajadores debido a que la planta poblana exporta a la Unión Americana la mitad de su producción.
