Bitácora
Por Pascal Beltrán del Río
Un viejo chiste decía que si se juntan cinco izquierdistas se fundan seis partidos políticos.
En México, las marchas suelen provocar un sectarismo semejante. Por alguna razón es raro que tengan un solo propósito o una sola demanda.
Vea lo que sucede con #VibraMéxico, la iniciativa de un grupo de organizaciones de la sociedad civil para “manifestar nuestro rechazo e indignación ante las pretensiones del presidente Trump, a la vez de contribuir a la búsqueda de soluciones concretas ante el reto que ellas implican”.
De pronto, algunos pensaron que eso no era suficiente. Que a esa movilización por la unidad frente a las agresiones de Donald Trump le faltaba “contenido”. Y decidieron convertir esa obra de minimalismo político en un Pollock ideológico.
Así, el destinatario del mensaje de la marcha no es más el ocupante de la Casa Blanca sino el de Los Pinos. A quienes vieron burro –un burro que ellos no compraron– de repente se les ofreció viaje.
Una marcha con un objetivo muy concreto se volvió –sin haberse siquiera realizado– una ocasión para protestar contra el gasolinazo y no sé cuántas cosas más, como si estuviera proscrito que se llevaran a cabo otras marchas con esos propósitos.
En septiembre pasado, recordé en este espacio la marcha que se había efectuado tres décadas antes para protestar contra las intromisiones del entonces poderoso senador estadunidense Jesse Helms (“Aquella marcha por la soberanía”, 13/IX/2016).
A esa movilización, del Monumento a la Revolución al Zócalo, se sumaron militantes de distintos partidos políticos, de un espectro ideológico que iba desde el oficialista PRI hasta la izquierda, representada por el PSUM y el PRT.
Yo me preguntaba entonces, dos meses antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, por qué no podía haber una movilización similar, que mostrara rechazo a las expresiones xenófobas del candidato republicano Donald Trump.
Debo admitir que mi reflexión se topó con el escepticismo, el rechazo y hasta la sorna. Pero henos aquí que sí fue posible convocar a tal movilización. Y no quiero esperar más para reconocer a las personas y organizaciones que la convocaron.
Lo lamentable es que, ahora, cuando estamos a tres días de que se realice, la movilización #VibraMéxico es presa del oportunismo de quienes quieren que funcione para otras cosas.
También de quienes, enfermos de protagonismo, quieren que su nombre se asocie a la convocatoria. Me temo que los codazos por obtener un lugar en la avanzada van a estar de a peso.
Ojalá que nada de esto dé al traste con su motivo original. Sería una lástima que la crónica de la marcha tuviese que versar sobre la manera en que los mexicanos somos incapaces de ponernos de acuerdo en algo tan sencillo como mostrar a Trump que el verdadero muro son millones de mexicanos tomados del brazo.
Hubo un cuatrienio a mediados del siglo XIX en que Estados Unidos tuvo un solo Presidente mientras que México vivió doce cambios en el Ejecutivo.
Atinó usted: fue entre 1845 y 1849. El mandatario estadunidense se llamó James K. Polk, el hombre que en cuatro años tuvo tiempo de comprar Oregón, anexar Texas, declarar la guerra a México, hacerse por la fuerza de la mitad del territorio del país vecino y formalizar el robo en un tratado, mismo que fue criticado por Abraham Lincoln.
En cambio, a los mexicanos sólo les dio tiempo de dividirse y combatirse entre ellos.
Ojalá estos días sirvan para recordar nuestra historia.
BUSCAPIÉS
Con menos enredos que algunos mexicanos, los presidentes de Chile y Argentina (una de izquierda y uno de derecha) convocaron a una reunión del Mercosur y la Alianza del Pacífico en abril para “empezar a dar un debate unificado sobre las posturas a tomar ante los ataques de Donald Trump”.
Puede ser casualidad, pero van dos veces que el día que el canciller Luis Videgaray llega a Washington para reunirse con miembros del equipo de Trump, éste sale a hablar sobre el muro en la frontera. La primera vez fue el 24 de enero. La segunda, ayer. Ante la Asociación Nacional de Alguaciles, el Presidente estadunidense afirmó que el muro “se está diseñando ahora mismo”.
