El gobernador y la CDI entregaron 100 casas en Xaltepec, una de las comunidades más afectadas
Por Serafín Castro
En Xaltepec, comunidad indígena del municipio de Huauchinango, la lluvia de la madrugada del 5 de agosto pasado borró casi todo. Todo, excepto el dolor de las pérdidas humanas que ocasionó la tormenta tropical Earl.
Las torrenciales lluvias se llevaron todo: casas, cerros, árboles, animales y personas.
A más de seis meses de aquella madrugada de agosto que marcó la tragedia en la Sierra Norte de Puebla, el dolor en las familias perdura. Entre llantos recuerdan “la peor noche” que cambió sus vidas.
“Nos dormimos con una lluvia ligera y despertamos llenos de lodo y personas muertas”, recuerda Laura, una habitante de Xaltepec, la comunidad más afectada de los 29 municipios que sufrieron los estragos de dicha tormenta.
Por si fuera poco, indica, la comunidad ubicada al pie de grandes cerros tiene miedo de que en el siguiente temporal la tragedia vuelva a presentarse en la región.
Y es que el retraso de los recursos por parte del gobierno federal, a través del Fondo para Desastres Naturales (Fonden), hace más larga la agonía de los damnificados.
La casa de Laura, quien vive con sus tres hijos y su esposo, quedó enterrada bajo el lodo. A seis meses de que ello sucediera, apenas recibió el certificado de su nueva vivienda, reubicada en una zona sin riesgo.
“Hasta ahorita vivíamos en una casa prestada, es del hermano de mi esposo, pero no tenemos ni en qué cocinar, todo se perdió esa noche”, relata la joven.

Ayer, el gobernador José Antonio Gali Fayad y la directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), Nuvia Mayorga Delgado, entregaron
100 viviendas en la junta auxiliar de Xaltepec, Huauchinango, a igual
número de familias que perdieron sus casas durante la tormenta de agosto pasado.
De igual manera, entregaron 260 certificados para la construcción y reubicación de nuevas viviendas para quienes habitan en las principales zonas de riesgo, proyecto para el caul se destinarán 72 millones de pesos en inversión bipartita.
No obstante, ni la entrega de apoyos y viviendas nuevas logra resarcir el dolor que impera en los habitantes de la comunidad por la muerte de 41 personas que dejó Earl.

Xaltepec fue la comunidad más afectada tras el paso de la tormenta. De acuerdo con las autoridades correspondientes, llovió durante tres días lo correspondiente a un año, lo que provocó deslaves y desbordamientos de los ríos. El inédito caudal se llevó todo lo que se encontraba a su paso.
Rodeada de presas y cerros, dicha comunidad fue víctima de una de las peores tragedias del estado en las últimas décadas.
A seis meses las huellas de Earl aún permanecen, algunas incluso siguen intactas: carreteras sin reparar, casas enterradas, escuelas sin niños y llenas de tierra, puentes provisionales y familias sin viviendas forman todavía parte de esta zona, como testigo fiel de aquella tragedia.



VIVIMOS SU DOLOR: GALI FAYAD
Los pobladores de Xaltepec aún viven el sufrimiento y el gobernador Gali Fayad lo sabe. Y se une a ellos: “seguimos muy dolidos, nos unimos a su pena, la sentimos”, expresa frente a los cientos de pobladores que se reunieron en la cancha principal de dicha comunidad.
También se muestra optimista: con la entrega de viviendas y enseres domésticos “sólo se dio un paso... juntos vamos a salir adelante”, les repite. “Cuando hay voluntad, trabajo y compromiso se pueden lograr las cosas. Desgraciadamente contra la naturaleza no hay protección, pero hay sociedad unida dispuesta a seguir caminando de la mano”.
Durante su discurso, tras entregar casas y certificados de vivienda a familias afectadas, el mandatario estatal pidió a los pobladores mantenerse unidos para exigir que se escuche su voz.
Dijo que es a través de los pueblos indígenas como Puebla y México escriben su historia, “una historia diferente a otros países que nos están lastimando”.
El mandatario estatal indicó que sólo la unidad entre los pueblos de raíces prehispáinicas es como éstas comunidades serán escuchadas en “todo el mundo”.
El gobernador poblano, frente a la titular nacional de la CDI, se comprometió a seguir trabajando y apoyando a este sector de la población que, dijo, en el estado suma a más de un millón de personas.

