El ex funcionario que se volvió millonario en el gobierno de Lalo Rivera pareciera haberse esfumado

Por Mario Galeana  

“¿Íñigo Ocejo? No está. Se fue al extranjero y quién sabe para cuándo regrese. En la casa ya sólo viven sus papás”.

El guardia de seguridad no dice más. Estamos bajo el dintel del portal de entrada del exclusivo fraccionamiento La Misión, a un costado de la caseta de Atlixco.

Sólo pronunciar ese nombre, Íñigo Ocejo, ha bastado para que el custodio de uniforme azul repita una y otra vez que el ex funcionario municipal de Eduardo Rivera Pérez ha dejado el territorio del país hace largo tiempo, como si de una respuesta ensayada se tratase.

No niega, sin embargo, que la casa esté allí. La casa con un valor estimado de 10 millones 676 mil 859.58 pesos, de acuerdo con una investigación del periodista Arturo Luna Silva.

La casa que construyó con apenas un salario mensual de 142 mil 334 pesos como secretario de Administración y Tecnologías de la Información en el trienio riverista.

“Ya tiene mucho que no viene, ¿eh?”, nos repite el guardia al pie de la caseta de vigilancia de entrada.

No es ocioso decir que el fraccionamiento La Misión es exclusivo. O al menos lo suficiente como para albergar departamentos con una sola habitación que llegan a ofrecerse por más de tres millones de pesos en sitios inmobiliarios.

La Misión se compone de apenas seis calles, todas ellas bautizadas con misiones religiosas. Ahí están la Misión de los Ángeles, la de San Diego, la de San Luis, la de San Antonio, la de San Carlos y, finalmente, la de San Juan, donde Ocejo Rojo decidió, en 2012, echar raíces para comprar un predio por un millón 800 mil pesos.

La versión sobre la posible mudanza del también ex delegado en Puebla de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) no es nueva.

El columnista Arturo Rueda escribió a mediados de enero que Ocejo Rojo, uno de los hombres más cercanos a Rivera Pérez, voló a Estados Unidos ante la posibilidad de que se emprendieran acciones legales en su contra.

¿Dónde está Íñigo Ocejo Rojo? La pista de su rastro debe ser seguida por distintas sendas. Por ejemplo, una revisión al perfil de Facebook de su esposa echa por tierra la versión de su mudanza que supone, en realidad, una huida.

Aunque la pareja del ex funcionario indica en su información personal que radica en Puebla, desde esta red social también presume fotografías en San Miguel Allende y Celaya, Guanajuato. Es en esta última ciudad donde las autoridades suponen que radica actualmente Ocejo Rojo.

Su rastro también llega a otros siete estados del país, incluida la Ciudad de México. El ex funcionario de Rivera Pérez es socio de la empresa Arrendamas, dedicada a “financiar proyectos de empresarios en México para hacer negocios” en Guadalajara, Cancún, Hermosillo, Tijuana, Sinaloa, Puebla, Querétaro y el extinto Distrito Federal.

Pero a la sede de la capital Puebla “casi no viene”, dice al teléfono una empleada de la empresa. “Él es jefe de mi jefe, pero no, casi no viene”, explica.

—¿Y dónde podría encontrarlo?
—Lo desconozco –contesta, como todos.

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