Representan el 53.64 por ciento del padrón y prácticamente la mitad acude a las urnas, mientras que apenas 36% de los hombres lo hace

Por Mario Galeana 

El verdadero motor del voto en Puebla son ellas. Además de representar 53.64% del padrón electoral en el estado, las mujeres son quienes más acuden a las urnas en cualquier tipo de elección popular, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE).

Según el último censo electoral, casi cinco de cada 10 mujeres votan, mientras que sólo 36% de los hombres cumple con marcar una boleta.

La alta participación femenina se refleja en los 16 distritos federales que dividen la entidad poblana.

“En nueve se observan diferencias entre la tasa de participación de las mujeres y los hombres superiores a los registrado a nivel nacional (7.94 puntos)”, indica el último Estudio Censal sobre Participación Electoral, publicado a finales de enero.

El voto femenino, sin embargo, no ha sido correspondido por la función pública, ni por los partidos políticos.

En el Congreso de Puebla, por ejemplo, sólo hay 12 mujeres entre las 41 curules. Ninguna de ellas ha presidido la Junta de Gobierno y Coordinación Política, la más importante del poder legislativo.

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El gobierno poblano tampoco ha alcanzado la paridad de género. Entre los 27 cargos que conforman el gabinete de José Antonio Gali Fayad, siete de ellos son ocupados por mujeres. Incluso así, esta administración se ha convertido en la que más ha otorgado lugares para funcionarias.

No ha ocurrido así entre los 217 municipios del estado. De ellos, sólo en 13 una mujer está al frente del Ayuntamiento, según el análisis Participación Política de las Mujeres 2014, realizado por el Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género de la Cámara de Diputados.

La baja representación de mujeres al frente de administraciones municipales y estatales está engarzada también en la falta de participación femenina dentro de la estructura de los propios institutos políticos.

Los partidos Encuentro Social (PES), Verde Ecologista de México (PVEM), del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC) no han incluido a mujeres dentro de sus presidencias ni secretarías generales.

Violencia política

El reconocimiento de los obstáculos para que la mujer participe en la vida democrática del estado y el país ha sido, sin embargo, reciente.

Promulgada en 2015, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia no incluye una categoría para dar nombre a las acciones con las que, por razones de género, se impide o limita la actividad electoral y política femenina.

Hasta marzo de 2016, los tribunales federales y el Senado de la República idearon la creación del protocolo para atender la violencia política contra las mujeres, término que incluye una serie de acciones físicas, sexuales y patrimoniales por las cuales se inhibe total o parcialmente el voto femenino, o la representación de las mujeres en los diferentes cargos del servicio público.

En ese sentido, el proceso electoral de 2018 será inédito, pues una reforma del rubro aprobada en 2014 obligará a todos los partidos a postular a cargos públicos a mujeres y hombres en la misma proporción.

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