Las Serpientes

Por Ricardo Morales Sánchez /@riva_leo

El próximo sábado 18 de febrero sabremos realmente de qué está hecho Andrés Manuel López Obrador y cuáles son los alcances de este personaje y de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) en Puebla.

Y es que López Obrador encabezará, en su calidad de presidente nacional de Morena, un evento en la Angelópolis, ciudad y entidad que al parecer tiene bajo su control desde hace ya casi seis años.

La esposa de López Obrador, Beatriz Gutiérrez Muller, pasa algunas temporadas en Puebla y vive en uno de los más exclusivos fraccionamientos, cercanos a la zona de la vía Atlixcáyotl, específicamente en la Puerta del Paraíso. Andrés Manuel suele visitar a su mujer en este lugar cuando se encuentra en el estado.

Pero de regreso al tema central de la columna, el punto importante será observar la fuerza y dimensión que tiene el movimiento del tabasqueño en una entidad clave rumbo a 2018, ya que Puebla constituye uno de los cinco estados que definirán la elección del próximo año, las otras cuatro son: Estado de México, Ciudad de México, Veracruz y Jalisco.

La fuerza de López Obrador en Puebla ha sido real desde el año 2012, cuando por cuatro mil votos se impuso al entonces candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, obteniendo más de 900 mil votos aunque, misteriosamente, no ganó ninguna diputación federal.

En la actualidad, de acuerdo con la más reciente medición de grupo Reforma, Morena puntea las encuestas rumbo a 2018 con 29% de las preferencias, mandando al segundo lugar al PAN como marca con 4% y al PRI al tercero.

De hecho, se piensa que mucha de la actual estructura del tricolor en Puebla está a la espera de que sea el momento adecuado para comenzar a trabajar a favor del tabasqueño y no se trata de cuadros de primer nivel, sino de las auténticas bases, líderes sociales en todo el estado que ya trabajan a favor del tabasqueño.

Se espera que la lucha por la hegemonía en el estado en 2018 se dé entre los seguidores de Andrés Manuel y el morenovallismo, no sólo a nivel federal, sino también a nivel estatal, de ahí la importancia del evento del próximo sábado 18 como un previo a lo que se viene el próximo año.

Un ejemplo claro de esto es que se espera que la lucha para 2018 por Casa Puebla la protagonice el candidato del morenovallismo en contra del candidato de Morena, el cual puede ser un personaje de este mismo partido (José Juan Espinosa o Rodrigo Abdala) o un candidato de la ciudadanía o bien un priista que decida de última hora sumar su fuerza y su estructura a favor del tabasqueño, luego de quedar marginado dentro de su partido (Doger o Zavala).

Morena es pues, como lo dije ya desde hace tiempo, un factor muy importante en Puebla para los comicios de 2018.

Si con un personaje “gris” como lo fue Abraham Quiroz logró convertirse en la tercera fuerza electoral de Puebla, superando a otros institutos políticos como el PRD, ¿Qué no hará Morena en 2018, con López Obrador en la boleta y un candidato fuerte y competitivo?

La moneda supuestamente está en el aire y el próximo sábado veremos realmente el poder de concentración de López Obrador, el hombre que es visto como el favorito para Los Pinos en 2018.

La concentración que logre aglutinar el tabasqueño también será un termómetro para que las nuevas autoridades, tanto el alcalde Back, como el gobernador Gali, comiencen a medir el tamaño al que se van a enfrentar el próximo año, además de considerar una atenuante más a la que deberán de enfrentar: Rafael Moreno Valle ya no estará en los mandos, aunque tal vez, y sólo tal vez, si gana en la interna de Acción Nacional, sí estará en la boleta.

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