Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez
La unción del nuevo gobernador no fue un asunto menor, alrededor de 19 mandatarios acudieron para arropar a quién por 22 meses será el inquilino principal de Casa Puebla.
La desorganización que reinó en el evento fue acallada cuando Gali, con su calidez característica, se apoderó del escenario y empezó a dirigir su mensaje, enumerando los logros alcanzados por la administración de su antecesor Rafael Moreno Valle, quien fue la figura central del evento.
Y es que la sombra de Moreno Valle una y otra vez acompañó a Gali, quien en todo momento se mostró respetuoso de su antecesor e incluso hasta una leve sonrisa se dibujó en sus labios, cuando desde “gayola”, algunos de los asistentes gritó: “¡Moreno Valle para presidente!”, ante un Ricardo Anaya, que aguantó impasible.
Una multitud abarrotó el Auditorio Metropolitano, el cual simplemente no se dio abasto para poder albergar a las miles de personas que se dieron cita para ver el arribo del nuevo mandatario. Ese ciclo que inevitablemente se cumple cada seis años, aunque en esta ocasión solo serán por 22 meses.
El ritual no estuvo exento por supuesto de algunos estereotipos políticos arcaicos, pero que forman parte del ritual de ascensión al poder del nuevo Tlatoani. El besamanos.
Gali en su mensaje también dio las gracias dos veces a Martha Erika Alonso de Moreno Valle, su amiga, su aliada y quién se dice podría ser la próxima en la lista de la sucesión.
Una de las primeras medidas implementadas por Antonio Gali, tras tomar las riendas del estado fue la de ordenar la reducción del 10 por ciento de su salario y de los funcionarios de primer nivel como una política de austeridad.
“Trabajaré en un plan de austeridad y estricta racionalidad en el uso de recursos públicos. Como primera medida he girado instrucciones para que a todos funcionarios de primer nivel les reduzcan 10 por ciento de su sueldo incluyendo a un servidor”, apuntó.
El momento más emotivo de su discurso, transcurrió cuando abordó el tema de la crisis en la relación entre México y los Estados Unidos, lo que hizo que el público su pusiera de pie y lo ovacionara entre carretadas de aplausos.
“Nunca he militado en ningún partido político, pero ante el momento que vive mi país y la relación con los Estados Unidos, es momento de que todos cerremos filas en torno al personaje que nos representa, al cual debemos de darle todo nuestro apoyo”, dijo el nuevo gobernador de Puebla.
Cuatro aspectos fundamentales delineó Gali para los próximos 22 meses de administración. Desde él no me temblará la mano para defender la seguridad de los poblanos, pasando por el tema de la salud y educación como ejes prioritarios de su administración, hasta la infraestructura en donde la obra estará encaminada a mejorar las condiciones del interior del estado.
Un aspecto por demás interesante y a destacar fue el compromiso de Antonio Gali, de estar cercano a la gente y ser respetuoso de los derechos humanos, algo que sin duda, levantó una carretada de aplausos para el nuevo gobernador de Puebla.
Los 22 meses de Gali prometen y serán intensos, de eso ya a nadie le queda la menor duda, los hechos hablan por sí mismos. De esta forma arrancó la nueva administración.
El otoño del patriarca. Al exgobernador Rafael Moreno Valle en ningún momento se le vio incómodo o molesto, todo lo contrario se dejó ver firme y seguro del futuro que le espera por delante a los 48 años de edad.
Moreno Valle fue discreto, llegó solo a bordo de su camioneta al Auditorio Metropolitano, eran más o menos las 11:50 de la mañana, el ahora exgobernador descendió de su Suburban y saludó a Diego Fernández de Cevallos, al jefe de la oficina del nuevo gobernador, Javier Lozano Alarcón y a algunas otras personas.
Todo el tiempo estuvo relajado sabedor que sus acuerdos y compromisos están en buenas manos y que no habrá sobresaltos, ese es el peso del hombre que logró romper con la máxima de que gobernador, no pone gobernador.
