Por Serafín Castro
El gobierno federal entregó el subsidio para el pago de nómina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) que había mantenido retenido desde la primera quincena de enero, informó el rector Alfonso Esparza Ortiz.
Tras inaugurar dos nuevos edificios para los alumnos de la máxima casa de estudios, el rector explicó que el viernes pasado la Federación transfirió el subsidio a la Secretaria de Finanzas del estado.
De tal modo, indicó, el lunes pasado la dependencia estatal hizo el depósito a las cuentas de la universidad.
El 17 de febrero pasado, durante el desarrollo de la Sesión de Consejo Universitario de la BUAP, tanto el rector Esparza como el tesorero general de la institución, Óscar Gilbón Rosete acusaron que el gobierno federal tenía retenido el recurso destinado para la nómina universitaria correspondiente a las dos quincenas de enero y la primera de febrero.
Este hecho provocó que la máxima casa de estudios de Puebla contratara créditos para poder cumplir con la base trabajadora.
Esparza aclaró que la retención de recursos por parte de las instancias federales no se trató de un asunto de falta de recursos, sino a un trámite de carácter administrativo debido a que fueron modificadas algunas cláusulas de los convenios entre la universidad y la Secretaría de Educación Pública.
El rector dio a conocer que el tema llegó hasta la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) dado que fueron varias instituciones que presentaron dicho problema.
Reiteró que por parte del gobierno estatal no han tenido incidentes similares, al contrario, los recursos estatales incluso han sido adelantados.
De igual manera, informó que entre las principales obras que inaugurarán este año se encuentran la Torre Administrativa, el Centro de Servicios, el campus Valsequillo, así como la instalación de 200 kilómetros de fibra óptica para llevar internet a unidades académicas al interior del estado.

Plan de apoyo para migrantes
La máxima casa de estudios poblana se sumó a la iniciativa para reducir los trámites burocráticos para que los estudiantes que sean deportados de los Estados Unidos y que deseen revalidar sus estudios, para que puedan hacerlo de manera rápida.
Al respecto, Alfonso Esparza explicó que anteriormente para los jóvenes que llegaban del país del norte y querían continuar sus estudios en la institución tenían que pasar por un proceso de revalidación, el cual tardaba entre ocho y 10 meses.
