Desde que presenció una redada en California, Alberto Mejía, lo mismo que su familia, teme ser deportado de un momento a otro
Por Serafín Castro
Vivir con temor a ser deportado significa no querer ir a trabajar, a pesar de tener la necesidad; dejar los paseos de fin de semana y las reuniones entre paisanos “en las canchas”, cancelar las visitas familiares y la ida al cine o al centro comercial.
“Vivir con miedo a ser detenido por la migra significa no querer ni asomarse por la ventana de tu casa”, exclama Alberto Mejía, un poblano que desde hace seis años cruzó de manera ilegal a los Estados Unidos para vivir el “sueño americano”.
Hoy –señala– ese sueño se ha convertido en una pesadilla: así es vivir en EU con miedo a ser deportado.
Desde que Donald Trump asumió la presidencia de ese país no hay tranquilidad para los poblanos que viven de manera ilegal.
Aunque datos oficiales del Instituto Nacional de Migración (INM) señalan que el número de poblanos deportados durante los primeros días de 2017 no son diferentes a los del año pasado, la incertidumbre y el temor ha aumentado.
“Ya no quieres ni salir a comprar o a pasear, todos aquí tenemos miedo de que nos agarre la migra y nos lleve”, señala Alberto, mixteco que desde hace seis años radica en el vecino país del norte.
Hace un par de semanas numerosos agentes de migración entraron a una tienda de California, donde él radica, para emprender una redada: “todo estaba tranquilo en la tienda, de pronto empezaron a escucharse gritos y la gente comenzó a correr... agarraron a quienes pudieron; yo dejé las cosas que iba a comprar y salí corriendo”.
Por suerte, Alberto se encontraba cerca de una de las salidas, por lo que logró huir del servicio de migración.
Las escenas de la gente desesperada gritando, mientras los agentes detenían a los ilegales quedaron grabadas en su memoria.
Desde entonces –asegura– el temor en él y su familia es constante, ya que Alberto no es el único ilegal: su esposa –una salvadoreña que conoció en Estados Unidos cuando apenas había llegado– y Cristian, su hermano menor, también deben cuidarse de los agentes de migración cada vez que salen de sus casas o trabajos.
De los seis años que Alberto lleva viviendo en California, asegura no haber visto antes una redada así por parte de los agentes de migración:
“Aunque dicen que con Obama hubo muchas deportaciones, a mí no me había tocado ver algo como lo que pasó ese día en la tienda”, dijo.
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A miles de kilómetros de California, en la Mixteca poblana, la familia de Alberto también siente y vive la incertidumbre, ya que recientemente han visto en las noticias los actos de racismo contra la comunidad latina en Estados Unidos.
A decir de la mamá de Alberto, Severiana, a ella le preocupa más que su hijo sea víctima de un acto de racismo en el que incluso pierda la vida, a que sea repatriado.
En las comunidades de la Mixteca, tradicional zona expulsora de migrantes, el temor tras la llegada de Donald Trump a la presidencia es constante: en las pláticas familiares donde se acostumbraba hablar de las predicciones sobre el temporal y las lluvias, han sido sustituidas por las noticias sobre las acciones del magnate republicano.
Políticas migratorias de gobierno de EU son “ridículas”: rector Ibero
Por Serafín Castro
El rector de la Universidad Iberoamericana de Puebla, Fernando Fernández Font, calificó como “ridículas, irracionales y egoístas” las políticas anti migratorias del presidente Donald Trump.
De acuerdo con el rector de esa universidad jesuita, México está ante una situación sumamente compleja tras la llegada del magnate a la presidencia de Estados Unidos, pero también por la “corrupción” y el desprestigio que vive el sistema política y las autoridades del país.
Por lo anterior, Fernández Font criticó, durante su discurso en el proyecto universitario Vive Ibero, que el gobierno mexicano “sueñe” con recibir a los 10 millones de mexicanos que radican de manera ilegal en Estados Unidos, cuando en el país aún existen altos niveles de desempleo y salarios muy bajos.