Redacción
No saldrá. Pese a la filtración de rumores sobre su presunta liberación, las presuntas amenazas que rodean a la familia de la víctima para que cese la búsqueda del cuerpo, y la mediatización del caso, José María Sosa Álvarez, homicida confeso de Paulina Camargo Limón, seguirá en prisión, luego de que el Juzgado Tercero de lo Penal ratificara el auto de formal prisión.
La Fiscalía General del Estado dio a conocer mediante un comunicado de prensa que “en cumplimiento a la ejecutoria de amparo en revisión, el Juez Tercero Penal analizó y valoró las pruebas que obran en el proceso y reiteró su resolución anterior, dictando nuevamente auto de formal prisión en contra de José María Sosa por los delitos de homicidio y aborto en agravio de Paulina Camargo, por lo que seguirá privado de su libertad, sujeto a proceso”.
La autoridad judicial había decidido retirar las agravantes al delito de homicidio, lo que propició que la Fiscalía General apelara “ a fin de que se sustancie ante la sala penal correspondiente del Tribunal Superior de Justicia”, expone el documento.
El lunes pasado, Rocío Limón Maldonado y Rolando Camargo, padres de Paulina, denunciaron una serie de amenazas de las que hicieron responsables al padre de Chema, José Luis Sosa Vázquez, y al abogado Gerardo García Pérez, como método para que cejaran el movimiento social para exigir justicia, así como la búsqueda del cuerpo, que no ha sido encontrado desde el 25 agosto de 2015.
“La denuncia se basa en amenazas por medio del Facebook, en donde el padre de José María y su abogado nos invitan a que dejemos de buscar a mi hija y que dejemos de hacer presencia en la Fiscalía, si no podemos morir”, relató ese día Rocío Limón.

Es preciso recordar que tras la desaparición de Paulina, la familia inició una búsqueda desesperada a la cual se sumaron organizaciones ciudadanas que se solidarizaron con el sufrimiento de los Camargo Limón.
Posteriormente se dio a conocer que el novio habría confesado el asesinato tras enterarse de que la víctima se encontraba embarazada.
José María habría relatado que el cuerpo fue depositado en un contenedor para basura en la unidad habitacional La Margarita, lo que llevó la búsqueda del cuerpo al relleno sanitario de la capital poblana.
No obstante, la familia y el representante legal de Sosa argumentan que el joven, originario de Veracruz, fue sometido a maltrato físico para confesar un crimen que no cometió.
