Por Serafín Castro  

El gobernador José Antonio Gali Fayad dictó la promesa que los habitantes de las sierras Norte y Negra del estado querían escuchar: que los proyectos mineros o hidroeléctricos que se pretendan desarrollar en la región serán sometidos a consulta de la comunidad.

Asimismo, el titular del Ejecutivo estatal agregó un requisito primordial: que los proyectos no impacten en el medio ambiente.

Durante su visita a la comunidad de Xaltepec, del municipio de Huauchinango, Tony Gali fue enfático, pues dijo que sin importar que los proyectos “vengan” por parte del gobierno federal, a través de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) o de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), todos serán evaluados y sometidos al escrutinio de los pobladores.

“He sido categórico desde la transición y en la campaña... lo que he pedido, primero, es consensuarlos con los ciudadanos, con las comunidades indígenas, ver de qué se tratan, que no tengan ningún impacto ambiental”, aseguró el mandatario estatal luego de la entrega de 100 viviendas y 260 certificados para las familias afectadas por la tormenta tropical Earl de agosto pasado.

Y es que los municipios de las sierras Norte y Negra del estado han sido el epicentro de comunidades que mantienen resistencia a los denominados “proyectos de muerte”, como la minería a cielo abierto, el fracking o la construcción de hidroeléctricas, ya que los pobladores acusan que se atentaría contra los recursos naturales de la región.

Ante ello, el mandatario dejó en claro su respaldo a las preocupaciones de los habitantes, quienes en reiteradas ocasiones han solicitado el apoyo del gobierno estatal para frenar dichos proyectos.

“Si tienen cualquier impacto ambiental a cualquiera de nuestras zonas: contaminación de mantos freáticos o alguna situación de talas, etcétera, etcétera... los proyectos definitivamente no son viables”, acotó el titular del Ejecutivo estatal.

Gali Fayad explicó que dichos proyectos que se pretenden realizar en las sierras Norte y Negra de Puebla, primero deberán ser aprobados por la ciudadanía y después pasarán por un proceso de revisión conjunta entre los tres órdenes de gobierno para analizar el uso del suelo así como el impacto ambiental que generarían.

“Por eso hablo de un consenso y sobretodo en comunidades indígenas que tiene usos y costumbres, si tiene algún impacto definitivamente no se harán”, remató.

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