Cada año, el gran escritor poblano Pedro Ángel Palou, cuya novela más reciente es Tierra roja , escribe un poema  con el número de los años que cumple. Sea ésta la ocasión de desearle lo mejor en este día.

 

Por Pedro Ángel Palou

Mi cuerpo traducido

es como el  cadáver del extranjero

a la deriva.

No alcanza la otra orilla.

 

Mi voz traducida

es como una muela

después de la novocaína

sedada pero inútil

incapaz de dolor alguno.

 

Mi corazón traducido

es como un náufrago

arrojado a la arena húmeda

cubierto de algas y mejillones

enceguecido por el sol

calcinado de silencio.

 

Mis pensamientos traducidos

son como troncos

raudos río abajo

rumbo al aserradero.

Les arrancarán la corteza

los cortarán en tiras

útiles para construir

una casa o arreglar

un piso antiguo y apolillado.

 

Este poema también ondea

torpe sobre el agua

naufraga se estrella rompe

contra las rocas

balbucea su escorbuto.

 

Las ruinas sin embargo

son hermosas.

Conseguimos sobrevivir

a la destrucción total

al derrame de petróleo

a la basura y la nostalgia.

No encallamos.

 

A flote en el océano oscuro

Iluminado de pronto

por una mustia luna.

Una lluvia suave de marzo

me acaricia.

 

Y mi cuerpo traducido

Y mi voz traducida

Y mi corazón traducido

Y mis pensamientos traducidos

Se mojan se empapan

They soak!

Se arrojan a lo desconocido

se aventuran a donde nadie

los ha invitado

y se ponen a jugar

como niños enfebrecidos

en su nuevo idioma.

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