Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez
Una guerra sin dar ni pedir cuartel se ha desatado en el seno de una de las familias de mayor éxito económico y político en Puebla, la cual involucra de manera directa el destino del estado en 2018.
Al interior de la familia Moreno Valle, dos amigos, hoy convertido en enemigos, sostendrán una lucha a muerte, sin dar ni pedir cuartel.
Hace unos días, Fernando Manzanilla Prieto, quien fuera secretario General de Gobierno durante la pasada administración y quien también es cuñado del ex gobernador Rafael Moreno Valle, le habría confiado al periodista Arturo Rueda al salir de su programa Juego de Troles, que sólo sería candidato a la gubernatura por Movimiento Regeneración Nacional (Morena) si su concuña Martha Erika Alonso es la candidata del PAN a Casa Puebla, porque le encantaría “hacerla perder”.
La guerra entre los dos bandos está desatada y difícilmente puede haber un arreglo de por medio, por más perversos que sean políticamente hablando estos dos personajes, para aquellos que todavía sostienen que el pleito es de ficción.
Quién lo iba a decir, Moreno Valle y Manzanilla fueron los creadores y fundadores del llamado grupo Finanzas, aquel que nació el 1 de febrero de 1999, cuando el gobernador Melquiades Morales Flores designó al entonces joven abogado egresado de Harvard titular de la entonces Secretaría de Finanzas y Desarrollo Social.
Ahí nació el proyecto que 11 años después tendría como resultado la gubernatura de Puebla, pasando a la historia ambos por haber derrotado al PRI, lo que nadie había logrado. Pero también a uno de sus mejores operadores, Mario Marín.
Manzanilla jugó un papel primordial en aquel triunfo, el cual ya varias veces he comentado, le dio orden al arranque anárquico que había tenido aquella campaña y coordinó de manera genial a todos los capitanes del morenovallismo, lo que le valió obtener como premio la Secretaría General de Gobierno, una súper estructura con todo el poder y todos los recursos.
Manzanilla, ya en el poder, cometió varios pecados capitales, los cuales poco a poco lo fueron alejando de su amigo y compañero de mil batallas.
El primero fue querer desde el inicio crear una estructura propia desdela dependencia para convertirse ya desde ese entonces en el sucesor de Moreno Valle, quien aún en ese tiempo no era su cuñado.
Otro error de Fernando fue convertirse en familiar del gobernador, es decir, desposar a la hermana del mandatario, creyendo que con esta acción reforzaría sus aspiraciones sucesorias, cuando ya en anteriores ocasiones, e incluso ante los micrófonos del periodista Alejandro Mondragón, en plena campaña rumbo a Casa Puebla, Moreno Valle había dicho públicamente que Manzanilla tenía que pensar muy bien si quería ser “cuñado o funcionario público”, queda claro que prefirió lo primero.
A esto se suma el hecho de que comenzó a aliarse con uno de los principales adversarios de su cuñado, El Yunque, que vio en Fernando la oportunidad de asestarle un golpe mortal a Moreno Valle, con quien la relación venía en franca decadencia.
A pesar de todas las diferencias y de haber sido hecho a un lado de su proyecto inicial, que era alcanzar la candidatura a la presidencia municipal de Puebla, Manzanilla aceptó ser el coordinador de campaña de Tony Gali a la alcaldía y estuvo al lado también del hoy gobernador en la pasada campaña rumbo a Casa Puebla.
Pero al parecer los caminos de Fernando y Moreno Valle ya no tienen punto de retorno.
La guerra está declarada entre estos dos personajes, Manzanilla ha escogido el camino de López Obrador, quien ha prometido que meterá a la cárcel
a Moreno Valle si llega a ser presidente de la República.
Fernando a su vez, ya confesó que si Martha Erika es candidata, él irá en la boleta para hacerla perder.
El escenario esta puesto. ¿Quién de los dos ganará? Se cruzan apuestas.
