Locatarios y vecinos de la zona, que se convertirá en el corredor comercial temporal, rechazaron la medida al considerar que problemáticas como la inseguridad y el incremento de la basura en las calles va a llegar junto a los mil 50 ambulantes que ocuparán 350 espacios administrados por el Ayuntamiento

Por: Guadalupe Juárez
Fotos: Ángel Flores / Agencia Es Imagen

La bocina de un claxon que suena cada cinco minutos. El olor de la comida rápida y antojitos impregnado en las calles. El aceite que salpica sobre las paredes a la salida de los comercios. La basura que abarrota los botes de basura y los postes de luz, también las aceras. Los gritos de ofertas, la delincuencia, la desconfianza. Las personas invadiendo las banquetas. Las bolsas y mochilas similares a marcas reconocidas y maniquís que ocupan la mitad de la calle.

Los locatarios y vecinos de la 12 Oriente-Poniente en adelante, desde la 2 Norte hasta la 7 Norte, que comprenderá el corredor comercial, rechazan la posibilidad de que 350 espacios fuera de sus casas o negocios sean ocupados por más de mil 50 ambulantes aunque se regularicen y uniformen.

El desorden que han observado en las calles 8 y 10 Oriente-Poniente es para ellos el único referente sobre la presencia de los comerciantes informales y aunque haya un plan de reordenamiento donde se contemplen reglas estrictas para su presencia, consideran “injustas” las facilidades que les van a prestar.

“Ellos no pagan la misma cantidad de impuestos que nosotros, a lo mejor ya van a contribuir algo, pero no se compara con nosotros, se me hace injusto que ya tengan derecho a estar aquí, sobre todo en este lugar”, lamenta Marisol, locataria en la calle 14 Poniente.

Una de las condiciones del Ayuntamiento para trasladarlos a este polígono de tolerancia es no comercializar productos del mismo giro, pero los comerciantes establecidos de la zona argumentan que esa no es la solución, pues sólo cambiará de lugar otras problemáticas a las que se enfrentan locatarios de la 6, 8 y 10 Oriente.

“Como sea nos afecta, nos traen el problema a la salida de nuestros negocios y nos van a invadir el espacio. En sí van a aumentar el caos que ya existe por el tráfico con el transporte público, la basura y es un secreto a voces que la delincuencia viene incluida con ellos”, dice Jessica locataria de un negocio de regalos en la 14 Poniente, calle donde se planea que también se ubiquen los espacios a los vendedores ambulantes.

 

La calle 5 de Mayo y los estragos de cinco meses con puestos ambulantes

La basura abunda en el centro de la calle 5 de Mayo. Los restos de comida, bolsas con platos desechables y vasos de plástico transparentes están regados a lo largo del corredor que, por lo regular, se abarrota los fines de semanas de compradores y familias que suelen visitar estas calles.

Los puestos ambulantes que se instalaron después del mes de noviembre –fecha en la que se llevó a cabo el retiro de mil 200 comerciantes informales de las calles del Centro histórico- por ahora no están por los acuerdos con las autoridades municipales, pero los efectos de su presencia se quedaron.

“Mire como quedaron las calles, la basura que dejaban por lo que ellos mismos comían, no tienen empacho en ensuciar las cosas”, acusa una de las habitantes de un edificio en la 12 Oriente, cerca de la 5 de Mayo, quien prefiere quedarse en el anonimato.

Los comentarios negativos en contra de los expendedores ambulantes son compartidos por otros estudiantes que rentan un departamento en la 14 Oriente y la 5 de Mayo.

“El tiempo que estuvieron en la 5 (De Mayo) dejaron un asco, y se sabe que muchos de los robos que hay en las calles del Centro es porque ellos mismos protegen a los ladrones a veces, nos dicen, ellos forman parte de esos grupos de cadeneros o carteristas”, comenta una de las inquilinas de una casona en la 12 Oriente.

El rechazo al corredor comercial también lo comparten algunos de los empleados  y vecinos que dicen padecer las complicaciones en movilidad, sobre todo al viajar en transporte público, pues una unidad que cruza el Centro Histórico del Bulevar 5 de Mayo al Paseo Bravo y viceversa, tarda hasta una hora en hacerlo, problema que le atribuye al ambulantaje.

“En la 12 Oriente es donde se atoran más tiempo, y es en este lugar donde más hemos sufrido asaltos y robos de celulares en los camiones. He visto que es complicado para los autobuses grandes como los de la ruta 2000 y la Azteca pasar por los ambulantes que hay en la calle, no sé cómo van a arreglar eso, las banquetas son muy pequeñas hasta para una mesa, el problema va a ser el mismo”, dice una de las vecinas de la zona.

La desconfianza al nuevo proyecto que pretende poner fin a liderazgos de ambulantes y al desorden en las principales calles de la capital poblana impera, al igual que el caos que ha reinado por años con la presencia del ambulantaje.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *