Morena y el doble discurso
La crítica a la concesión entregada a la empresa Agua de Puebla para Todos ha sido uno de los temas prioritarios en la agenda de Morena en la entidad. La denuncia puntual, el señalamiento directo y el lucro político han sido los ejes de esta ofensiva. Pero el tiro les salió por la culata, cuando salió a la luz que su militante y cuasi aspirante a la gubernatura José Juan Espinosa Torres avaló la ley que permitía esa concesión. La doble moral se apoderó del partido lopezobradorista: ¿por qué no investigar y sancionar al alcalde cuya actuación refleja el quebranto a los principios del partido en el que milita? ¿Acaso no es argumento suficiente para su defenestración? ¿Será?
Alianzas patito
La dirigencia estatal del PRI intenta vender gato por liebre en su política de alianzas con sectores sociales. Ayer, por ejemplo, aplaudió la firma de un convenio con el cuasi desconocido Frente de Organizaciones Magisteriales y Ciudadanas. Esa organización intenta aglutinar el ala priista en el magisterio poblano y es encabezada por Gonzalo Juárez Uribe, ex secretario general de la Sección 23 del SNTE y uno de los antiguos maestros consentidos de Elba Esther Gordillo Morales. El problema es que la organización no goza de ningún tipo de penetración política ni social. Un auténtico fraude. ¿Será?
Y ahora ¿quién podrá ayudarlo?
Carlos Navarro Corro es uno de los mejores ejemplos de cómo aprovechar la política con fines personales. El Partido Social de Integración, que encabezaba, perdió el registro y su aportación en votos fue tan raquítica que lo convirtió en uno de los peores aliados que la coalición Sigamos Adelante pudiera tener. Pese a la debacle, el dirigente estatal logró sacar todo el jugo posible y su hija, la regidora Nidia Navarro Acevedo, fue ungida en un puesto clave de la administración estatal: el Instituto Poblano de la Mujer. Al interior del estado no hay un buen recuerdo de Carlos Navarro, pero eso es lo de menos. ¿Será?
El pacto de impunidad
Mario Marín Torres puede presumir que si algo heredó como político a nuestro país fue la sagacidad para alcanzar la impunidad. En la Subcomisión de Examen Previo de San Lázaro fue desechada la petición de juicio político contra el poblano porque ya prescribió. En otras palabras: aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación lo exoneró del concierto de autoridades y particulares para detener a la periodista Lydia Cacho Ribeiro, había la posibilidad de que los legisladores pudieran proceder en su contra. En toda esta trama que le salvó el pellejo, un personaje resulta clave en la cobertura y protección al conocido Góber Precioso. Actualmente despacha en la “silla del águila”. ¿Será?
