La expansión progresiva de Lomas de Angelópolis, el área más exclusiva de Puebla, ha hecho que sus inversionistas vislumbren convertir la zona en el municipio 218, incluyendo al distrito sonata
Por Mario Galeana
Lomas de Angelópolis, la zona más exclusiva de Puebla, es casi una ciudad dentro de otra ciudad.
Los inversionistas inmobiliarios se han encargado de que en ella exista todo lo que una persona requiere para hacer la vida: supermercados, tiendas, bancos, centros de salud, cines y escuelas.
Y la zona seguirá creciendo, irremediablemente: estimaciones de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) indican que en una década alrededor de 70 mil familias podrían habitar la zona.
Durante un foro de movilidad realizado en el Congreso local en febrero del año pasado, el entonces delegado de la Sedatu en Puebla, Ramón Lazcano Fernández, dijo que el incremento poblacional en Lomas de Angelópolis, en la que convergen los municipios de San Andrés Cholula, Santa Clara Ocoyucan y Puebla, significaría la inexorable constitución de la zona como el municipio 218 del estado.
Éste es uno de los primeros requisitos que, de acuerdo con la Ley Orgánica Municipal, se requieren para la constitución de un nuevo municipio: 25 mil habitantes apostados a lo largo de 100 kilómetros cuadrados.

Pero se requeriría, sobre todo, de cohesión social entre ellos: al menos tres cuartas partes de los ciudadanos vecinos inscritos en el padrón electoral deberían presentar ante el Congreso del estado un escrito para solicitar su constitución municipal, algo que se vislumbra complejo, entre vallas de seguridad y eminentes muros que dividen cada fraccionamiento en la región.

También se incluye que el probable ingreso fiscal sea suficiente para atender los gastos de la administración municipal y que se demuestren “las causas políticas, sociales, económicas y administrativas por las que el municipio al que pertenece la fracción ya no responden a las necesidades de la asociación en vecindad”.
En realidad, la configuración del municipio 218 parece ser una solicitud de los inversionistas de Lomas de Angelópolis, entre los que se encuentran los propietarios de Grupo Proyecta, los hermanos Gabriel, Rafael y Alejandro Posas Cueto.
Ambos han contribuido en la expansión progresiva de la zona. De hecho, Grupo Proyecta planea la construcción de un desarrollo inmobiliario en la junta auxiliar sanandreseña de San Antonio Cacalotepec, donde los pobladores temen ser despojados de sus predios en pos del nuevo proyecto.
El crecimiento de los conjuntos residenciales significa un paso en la posible constitución del municipio. Un municipio con sus propias reglas: su transporte, sus fuentes de empleo y, también, sus delitos.
De manera histórica, esta región ha estado marcada por el despojo de predios a campesinos. Desde 2002, los litigios contra los hermanos Posada Cueto han ido apilándose ante los juzgados locales.
Para 2007, según reportes periodísticos, los inversionistas inmobiliarios ya acarreaban al menos 100 litigios frente a pobladores de San Andrés Cholula, San Bernardino Tlaxcalancingo, Santa María Tonantzintla y Santa María Ocoyucan.
Y, recientemente, entre las suntuosas torres empresariales y los lujosos fraccionamientos también han surgido versiones sobre posible lavado de dinero.
En octubre del año pasado, el semanario Proceso dio a conocer que Blueicon –una de las inmobiliarias que más ha invertido en la expansión de Lomas de Angelópolis– era investigada por la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) por un posible esquema de lavado de dinero producto del narcotráfico.
