El subalterno de Rosario Robles busca afectar a la Comuna a través de uno de los personajes locales más impresentables: Israel Pacheco Cervantes, ex líder del sindicato “Benito Juárez García”
Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez /@riva_leo
La mano del subsecretario federal de la Sedatu Juan Carlos Lastiri Quirós
nuevamente dejó todas sus huellas.
El hijo putativo del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, y cómplice (socio) de la secretaria Rosario Robles Berlanga busca desestabilizar a la Comuna a través de uno de los personajes más impresentables del estado de Puebla: Israel Pacheco Cervantes, ex líder del sindicato de trabajadores de la Comuna, preso desde hace tres años por enriquecimiento inexplicable y extorsión, así como chantaje, delito por el cual ya fue exonerado.
Desde prisión, Pacheco Cervantes busca revivir viejos tiempos, cuando era líder del sindicato de la Comuna, ya que puso de rodillas a Luis Paredes Moctezuma y se volvió cuña de Enrique Doger; más tarde, humilló a Blanca Alcalá y posteriormente sometió a Eduardo Rivera Pérez.
En sus días de gloria, Israel tenía su propia cancha de futbol, gozaba de más de 100 plazas distribuidas entre amigos, amantes y familiares; era casi el vicealcalde de Puebla.
Pacheco se hizo a la sombra de Mario Marín Torres quien lo inventó, luego de ser alcalde para que se volviera una “fuerza de choque” contra de su sucesor, Luis Eduardo del Sagrado Corazón Paredes Moctezuma.
Israel realizó muy bien su función y luego fue utilizado de la misma forma para hostigar a Enrique Doger Guerrero. El entonces ex rector de la UAP resultó más cabrón que bonito y terminó por echarse a la bolsa a quien supuestamente estaba encargado, por órdenes de Marín, de desestabilizar a su administración y terminó por convertir a Pacheco en su cómplice.
El entonces líder del sindicato de trabajadores del Ayuntamiento de Puebla siguió las órdenes de Doger, quien utilizó a Pacheco para poner en jaque a su sucesora, Blanca Alcalá Ruiz, quien otorgó a través de su segundo de a bordo –y yerno–, Édgar Chumacero, todo tipo de canonjías a Israel y su gente.
Tras el triunfo del morenovallismo, Israel Pacheco sirvió a dos amos: a Enrique Doger Guerrero pero también al entonces rector de la UAP Enrique Agüera Ibáñez, quien también lo “alimentó” a través de su operador de lujo Damián Hernández.
El ocaso del líder “charro” llegó cuando Tony Gali se alzó con el triunfo tras vencer precisamente al nuevo amo de Pacheco, el ex rector Agüera.
El 12 de abril de 2014 Pacheco fue detenido y enviado a prisión, con lo cual acabó en parte el “imperio” que el seudolíder sindical instaló en la Comuna. Sin embargo, desde el penal continuó su intento de desestabilizar al Ayuntamiento de Puebla. Ahora tiene un nuevo amo en Juan Carlos Lastiri Quirós.
En la pasada campaña electoral rumbo a Casa Puebla, Israel Pacheco fue visitado en prisión por gente del ex gobernador Marín, quienes le enseñaron supuestas encuestas en donde Blanca Alcalá iba al frente y ganaría la contienda.
Desde la cárcel, Pacheco movió a los todavía fieles trabajadores que le quedaban para tratar de desestabilizar al Ayuntamiento, ahora encabezado por Luis Banck Serrato, quien advertido de la maniobra desarticuló el movimiento y cortó 20 cabezas de gente aún leal al ex líder sindical. Blanca Alcalá Ruiz y su gente le había prometido a Israel que, en caso de ganar, lo iban a sacar de prisión.
Hoy, bajo el auspicio de un nuevo amo, Israel Pacheco busca de nueva cuenta, por un lado, desestabilizar a la administración municipal y, por el otro, recuperar su libertad a costa de lo que sea. Por eso se entregó a los brazos del subsecretario de la Sedatu, quien –al igual que Blanca– le prometió que si llega a ser gobernador lo sacará del penal de San Pedro Cholula, donde se sigue su proceso.
Por parte de la Comuna está plenamente identificado que Pacheco Cervantes estuvo detrás del intento de paro de las trabajadoras del Servicio de Limpia hace unos días.
También está documentado que Pacheco “movió” a Antonio Ramírez, trabajador de la Comuna, para que realizara una “huelga de hambre” y se cosiera los labios para exigir la liberación de Israel. El ex líder de los trabajadores de la Comuna le pagó a su “amigo” para que hiciera el show y le aconsejó pedir sus vacaciones para que no afectara su trabajo. Pero, para mala suerte de Toño, el receso acabó y tiene que regresar a laborar.
El eslabón que une a Pacheco con Lastiri, que ve con agrado que su nueva adquisición desestabilice a la Comuna, es el abogado de Israel, Marco Mazatle, gente de Juan Carlos y que fuera señalado por el delegado del IMSS en la entidad, Enrique Doger Guerrero, de ser el orquestador de una serie de manifestaciones en su contra por órdenes del propio zacatleco, con el cual –al parecer– ya hizo las paces y juega al elefantito. ¿Voy bien o me regreso?
Lo que Lastiri olvida es que hay huellas de su paso por la Sedesol de Puebla, huellas del Fondo de Vivienda, para no variar; huellas que el alcalde Banck Serrato tiene muy bien guardadas.

