La escena estuvo a cargo de doce adultos mayores, algunos del Asilo Particular de la Caridad de Santa Inés
Por: Berenice Martínez
Fotos: José Castañares / Agencia EsImagen
Con el oficio del lavatorio de pies, la Iglesia católica en Puebla cumplió el acto que Jesús hizo a sus apóstoles donde anunciaba que por amor estaba dispuesto a aceptar la humillación de la cruz para purificarlos del pecado con su sangre.
La escena en la Catedral de Puebla estuvo a cargo del obispo auxiliar Felipe Pozos Lorenzini y doce adultos mayores, algunos del Asilo Particular de la Caridad de Santa Inés, atendido por las siervas del Sagrado Corazón de Jesús y de los Pobres, así como otros voluntarios.
Al mediodía de este Jueves Santo, el prelado lavó los pies de los fieles quienes con honor cumplieron el acto con el cual el redentor invitó a entrar en la dinámica de este amor que salva y que enseña el servir unos a otros.
Más tarde, el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa celebrará la misa de la Cena del Señor a las 19:00 horas en la Catedral de Puebla para recordar la última cena donde Jesús mostró el camino de la verdad plena y eterna felicidad.
La ceremonia rememora la institución del Sacramento de la Eucaristía y la ordenanza de sacerdotes a apóstoles para hacerlos participes de su sacerdocio único a fin de prolongar la vida y acción de Jesús.
Al término de la misa se realizará la procesión con el Santísimo Sacramento en recuerdo de la agonía del Señor en el Huerto de Getsemaní.
Como otros años, los feligreses visitarán siete templos para acompañar de forma espiritual a Jesús en su pasión, desde Getsemaní a casa de Anás, Caifás, Pilato, Herodes a Pilato y de ahí al Calvario.
