Por: Osvaldo Valencia
Foto: José Castañares / Agencia EsImagen
Con la presencia del alcalde de Puebla, Luis Banck Serrato; y el rector de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, Emilio José Baños Ardavín; el arzobispo Víctor Sánchez Espinosa encabezó la XXVI edición de la Procesión de Viernes Santo.
Por más de cinco horas, más de 150 mil creyentes, entre turistas y habitantes poblanos, desbordaron su fe en las principales calles del Centro Histórico de la ciudad de Puebla.
Durante gran parte de la procesión el arzobispo de Puebla se transportó a bordo de un vehículo eléctrico, propiedad de la UPAEP, como precaución ante el delicado estado de salud que ha tenido en las últimas semanas.
Sánchez Espinoza invitó a los fieles a mantener vivas la tradición de la muerte y resurrección de Cristo: “Continuemos en este ambiente de oración, de contemplación y sacrificio también porque nos hemos sacrificado para peregrinar con nuestras imágenes, y todas nuestras acciones las ponemos en las manos de Dios nuestro señor”.
Desde las 10 horas del día los feligreses y fieles a la religión católica acapararon las banquetas de las calles 16 de septiembre, avenida Juan de Palafox y Mendoza, 2 norte, 4 poniente y 11 norte/sur.
A partir de las 11 horas las imágenes religiosas comenzaron a arribar a la plaza de la catedral, siendo encabezadas en esta ocasión por La Virgen Dolorosa del Carmen, Nuestra Señora de la Soledad, Jesús de las Tres Caídas, Jesús Nazareno de San José y el Señor de las Maravillas.
Durante todo el recorrido se contó con el apoyo de Protección Civil Municipal, Bomberos, el Servicio de Limpia, el Instituto Municipal de Arte y Cultura, la Secretaría General de Gobierno, el Ayuntamiento de Puebla, entre otras instituciones.
