El Yunque entra en acción
Sólo era cuestión de tiempo para que los jerarcas de la Organización Nacional de El Yunque comenzaran la operación boicot. Exhibidos y a punto de ser acorralados en diferentes negocios que hicieron al amparo de la administración de Eduardo Rivera Pérez, ahora pretenden convertirse en un ariete en el Cabildo de Puebla. Dos regidores netamente yunquistas y de la ultraderecha poblana, Adán Domínguez Sánchez y Guadalupe Arrubarena García, montaron un berrinchazo en la Comisión de Hacienda como medida de presión política para obligar al Congreso del estado aprobar la cuenta pública del Cachorro Rivera. La estratagema fue exhibida por el priista Iván Galindo Castillejos, quien no dudó en exponerlos y reprocharles el doble juego político. Este es, sin duda, el primer movimiento real de El Yunque luego de que 24 Horas Puebla difundiera una lista de los principales integrantes y la posibilidad de que 90 millones de pesos de la anterior administración fueran a parar a los bolsillos de los santones de la derecha poblana, vía el uso de empresas fantasmas, un mecanismo muy común en la gestión riverista. Los yunquistas están decididos a hacer todo lo posible para evitar una investigación. El problema es que la triangulación ya ha sido documentada y existen elementos para proceder jurídicamente contra los militantes de esta organización secreta. ¿Será?
Lalito y la victimización
El que anda en su cruzada de victimización es el ex alcalde Eduardo Rivera Pérez, quien ahora denuncia que le pretenden hacer una chicanada en la Auditoría Superior del Estado en la revisión de su cuenta pública. Lo que realmente ocurre es que se trata de un procedimiento común y corriente al que todas autoridades están expuestas. Y si bien el ex munícipe anda muy alebrestrado por la investigación en su contra, cada día crecen las sospechas que de los 411 millones de pesos observados en su ejercicio fiscal 2015 existen elementos para meter en problemas a más de uno de sus amigos y cómplices. ¿Será?
Simulación pejista
Sólo fueron necesarios unos minutos expuestos a la luz pública para confirmar que la unidad al interior de Morena es más falsa que un billete de 35 pesos. José Juan Espinosa, edil de San Pedro Cholula, y Rodrigo Abdala, diputado federal, permanecieron sentados en la misma mesa fingiendo una relación de cordialidad, mientras Gabriel Biestro, líder del partido, permanecería en una actitud timorata, como siempre. Nos dijeron que seguirán lucrando con el tema del agua, pero ahora van contra la Ley de Agua del Estado de Puebla, la cual fue votada a favor por el munícipe cuando era diputado local. Lo que JJ nunca vio es que fue llevado a la madriguera de los lobos. ¿Será?
