Cambiar la opinión pública para hacer creer que el ejército es asesino de campesinos es obra de El Toñín, quien utilizó las  redes sociales y  a Arturo Rueda como  herramientas

Por Mario Alberto Mejía  

El operador de una red de cámaras de seguridad ubicada en la avenida principal de Palmarito Tochapan hizo la crónica de la supuesta ejecución de un civil a manos de un soldado de la Policía Militar a través de un celular montado sobre la pantalla de la “Cámara 4”. En el video ––hecho llegar al periodista Arturo Rueda “por personas ligadas al grupo de ladrones de combustible”, al decir de un empleado del Diario Cambio–– se escucha la voz de un hombre que hace el relato de los hechos después de que fueron perpetrados.

Mientras llora un bebé y su madre lo tranquiliza, el operador trata de describir las imágenes: “Analicen las cosas. Fíjense (en) el soldado. Fíjense que no hay nada de sangre por donde está la sombra del chavo (se refiere a un soldado que voltea en varias direcciones con un arma en las manos). Se acerca, se fija y ahí le tiran el balazo. Fíjense cómo escurre la sangre. Ahí va. Ahí está. Ya le pegó el balazo. Fíjense cómo escurre sangre. ¿Ya ve cómo (se) está llenando de sangre todo alrededor de él? Ya lo mataron. En las orillas todo (se) está regando sangre. ¿Qué le hacía el pobre inocente si no era un animal? Fíjense cómo se está llenando de sangre todo. Al lado de sus costillas. Desgraciados. Inhumanos. Fíjense cómo ya está el montón de sangre allá”.

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El video filmado en el celular ––y que está en poder de 24 Horas Puebla–– tiene una duración de un minuto seis segundos. Es la crónica de una muerte filmada, sí, pero también fue el vehículo hecho llegar al director de Cambio para se ajustara a la narrativa de los huachicoleros. En particular, la de Antonio Martínez Fuentes, El Toñín, líder del grupo que controla el denominado triángulo rojo en Puebla. Esa narrativa consiste en señalar al Ejército mexicano como asesino de civiles o de “campesinos”, como Rueda ha querido vender la historia de Raúl Jiménez Martínez ––el hombre que supuestamente fue ejecutado por un uniformado––, y que viajaba con el hoy occiso Paulino Martínez, El Pavín, primo del Toñín y una de las cabezas del grupo que desde hace años se dedica al robo de combustibles en la región de Quecholac.

Jiménez Martínez, de 47 años de edad, tío de El Toñín que era además uno de los dos escoltas del Pavín, viajaba en la camioneta BMW (placa 036TW, de la Ciudad de México) ––con un blindaje nivel cuatro, que es de los más altos–– a la hora del enfrentamiento de la noche del 3 de mayo, cuando, después de sufrir una emboscada, la Policía Militar asentada en la región se enfrentó a los huachicoleros durante una hora. La versión que insistentemente ha vendido Arturo Rueda ––tanto en su diario como en las entrevistas que ha ofrecido a la prensa nacional–– es que la víctima era un modesto campesino de hortalizas. Fuentes ligadas a la PGR revelaron que en el momento de la emboscada, y posterior ataque con armas de distintos calibres, Jiménez Martínez apareció con El Pavín haciendo labores de escolta. Los tres pasajeros de la BMW ––revelaron–– venían con “tragos encima”, una vez que estaban celebrando con El Toñín el Día de la Santa Cruz en un patio que habían cerrado expresamente para ese fin. Había música, alcohol y euforia cuando el líder huachicolero fue avisado por un halconcito ––a bordo de una motocicleta–– que los militares se dirigían hacia donde se encontraba. Las mismas fuentes dijeron a 24 Horas Puebla que el Toñín tiene una casa en la avenida Hidalgo, avenida en la que están montadas alrededor de 15 cámaras de seguridad para tenerlo protegido ante cualquier embestida de la autoridad. En Hidalgo se hallaba también la red de cámaras clandestinas que captaron los videos ampliamente difundidos.

La casa donde se encontraban las cámaras, que funciona además como bodega para almacenar huachicol, es propiedad de un familiar del líder: Juan Carlos Fuentes, conocido como El Pajarillo, quien cuenta con una orden de aprehensión por el delito de feminicidio.

La fuente que filtró el video

A pregunta expresa del periodista Óscar Mario Beteta, en Radio Fórmula, Arturo Rueda admitió que el video se hizo “desde un domicilio particular” y que, tras ganarse la confianza de los pobladores, éstos le dijeron: “Les entregamos estos videos, pero como no confiamos en que ustedes nos vayan a tratar justamente los vamos a subir a una cuenta de YouTube y ahí que cada quien los jale como quiera. Nos dan unas horas para trabajarlos, para verlos. (…) Con la prisa, nosotros elegimos el momento de la ejecución”. Beteta no se quedó conforme y le preguntó: “¿Quién instaló y desde cuándo se instalaron las cámaras de seguridad? ¿De quién eran?”.

––Son de un domicilio particular ––dijo Rueda.

––¿Por qué un domicilio particular? ––insistió Beteta.

––La calle es pequeña, pero la avenida es muy grande. (…) Quisimos hablar con los dueños de la vivienda, pero ya nadie vive ahí. Ellos decidieron entregar estos videos y se fueron. (…) La dinámica de los pueblos es distinta a la de las ciudades, Óscar Mario. La gente cierra sus casas y se va a otro lado.

––¿Ellos te entregan los videos para curarse en salud? ¿Para que digan: ‘somos malos, pero no tan malos’?

––No. No nos los entregaron con esa finalidad. Lo hicieron para demostrar que nunca existió esta presunta emboscada al Ejército.

En condiciones normales el nombre de la fuente debe reservarse, pero la Guerra del Huachicol no es una guerra común. Las semejanzas entre la organización del Toñín y los cárteles de las drogas son abrumadoras. Y no sólo por los miles de millones de pesos que mueven, sino por las estructuras. Nuestra fuente de la PGR aseguró que el ejecutivo de una empresa automotriz admitió que en los últimos meses han vendido en Palmarito Tochapan ––junta auxiliar de Quecholac–– 10 camionetas de lujo en blindaje de niveles 4 y 5. La noche del enfrentamiento los militares fueron testigos de que sus atacantes utilizaron cuernos de chivo y pistolas 9 mm, de uso exclusivo del Ejército. Desde las azoteas de las casas fueron recibidos por hombres armados. Una lluvia de proyectiles cayó sobre los uniformados. Su estructura también incluye teléfonos satelitales, radios de comunicación sofisticados y grupos dedicados a la extorsión, los secuestros, las ejecuciones y los robos. El tren de carga que atraviesa Cañada Morelos es cliente frecuente del Toñín cada vez que sus sicarios quieren vacían los vagones de todo tipo de mercancías.

La fuente, pues, en esta historia es tan importante que el diario La Jornada y la agencia Reuters Latin han escritos sendos mensajes en la página de YouTube de la organización huachicolera en un sentido similar. “¿Podríamos entrar en contacto con el propietario del video?”, preguntó Agustín Salgado, de La Jornada Online. “¿Podría por favor el propietario de esta grabación ponerse en contacto con nosotros?”, solicitó “Rodolfo.penaroja”, de Reuters. La respuesta en ambos casos fue: “Contactanos ptochapan@gmail.com”.

La fuente que nos entregó el video filmado por el operador de la red de cámaras de seguridad –que está al servicio del Toñín–– también nos contó los detalles finos: “Rueda recibió el video con la condición de que le pusiera énfasis a la ejecución cometida por el soldado. De hecho recibió también el video donde aparece la voz del operario de las cámaras de seguridad. El 9 de mayo trabajó el video de la cámara de seguridad, le metió su voz y lo produjo. Nunca le hizo caso al video donde un huachicolero mata a un soldado por la espalda”. Nuestra fuente, por supuesto, pidió la gracia del anonimato.

Desde que Rueda publicó el video dándole énfasis a la supuesta ejecución no ha cambiado de narrativa: ‘fue el Ejército, no los huachicoleros’. En su programa radiofónico también ha insistido en que por un criterio periodístico había optado por exhibir la ejecución y no el asesinato por la espalda de un soldado. Lo cierto es que es la narrativa que, al decir de nuestra fuente de Cambio, le pidió la gente del Toñín.

La ruta del huachicol en las redes

La usuaria de Twitter Nancy D. (@NICKYJND) subía mensajes de todo tipo hasta que a mediados de septiembre pasado se retiró de la red. Su largo silencio fue interrumpido a eso de las 10 de la mañana del lunes 8 de mayo, cuando arrobando a diversos medios (Aristegui, Excélsior, Hechos Puebla, E-consulta y López Díaz) redactó el mismo mensaje: “NECESITAMOS QUE VEA ALGUNOS VIDEOS DONDE EL EJERCITO MEXICANO ESTA MASACRANDO A LA GENTE DE PALMARITO PUEBLA”. La reportera Blanca Estela Leyva, de Hechos Puebla, le respondió el 9 de mayo: “Si los tiene, puede enviarlos al 22 27 65 91”. La respuesta de NANCY D. fue “estaremos en contacto”. El usuario “El Lalo Landa” le comentó el 8 de mayo: “Pesada labor verificar la veracidad de los videos”. NANCY D. respondió: “Tengo pruebas contundentes que el Ejército es quien ataca a la gente de Palmarito”. El 9 de mayo, a las 12:15, sube el video de la ejecución por primera vez al tiempo que llama a compartirlo: “LO QUE VERDADERAMENTE PASÓ EN PALMARITO. EL DÍA 3 DE MAYO ESTO FUE LO QUE VERDADERAMENTE PASÓ EN PALMARITO, POR FAVOR COMPARTAN”. En esta ocasión no arrobó a nadie. Nuevos tuits surgieron de su cuenta con el mismo video, aunque en esta ocasión subió la dirección de la cuenta de YouTube de “PALMARITO TOCHAPAN”. La narrativa era la misma: “Los pobladores de Palmarito no son los culpables, fueron asesinados en manos del Ejército”. “Que el mundo sepa que el Ejercito nos está matando”.

En el sitio de YouTube aparecieron los videos de las cámaras 2 y 4 el martes 9 de mayo, pero ningún medio parecía tomarlo en cuenta. Y es que los dos videos eran muy largos. Vino entonces el video que el familiar del Toñín grabó con su celular. En un escaso minuto relató los hechos con la narrativa que su jefe quería que permeara. Rueda lo tuvo en sus manos el 9 de mayo y se puso a trabajar en la misma ruta. A la 1:34 de la mañana del 10 de mayo, Cambio, su periódico, publicó el video de la ejecución pero con su voz. Aunque tiene el video que hoy presentamos, Rueda se decantó por hacer una producción propia y lo subió a las redes. En ese momento vino el primer tuit a través de la cuenta de la usuaria “Violeta Salazar (@viovisa). El primer tuit nacional, basado en el video de Cambio, lo subió la organización de derechos humanos Cencos a las 7:57 de la mañana del Día de las Madres. Y de ahí se viralizó. Dos mil 326 cuentas y dos mil 356 tuits (dos mil 323 RTs) convirtieron ––en nueve horas–– el hashtag Palmarito en tendencia. Luego vinieron las entrevistas en radio y la repercusión en medios nacionales y algunos internacionales. La narrativa ‘fue el Ejército’ se había impuesto.

El camino para viralizar al Ejército como el culpable

Un par de cuentas, una en YouTube y otra en Twitter, fueron la semilla que puso a los elementos de Ejército como responsables de la violación de derechos humanos tras un enfrentamiento. El éxito lo lograron a través de un medio y un directivo: Diario Cambio y Arturo Rueda

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