Por: Jair Sánchez
Fotos: Ángel Flores y Jafet Moz
El ambiente es inmejorable, sábado por la tarde y las calles repletas en las inmediaciones del estadio mostrando el apoyo hacia el conjunto local; es la final de ida por el ascenso entre Lobos BUAP y Dorados de Sinaloa.
Los aficionados mostraban su apoyo incondicional en el Universitario, cuando el árbitro Alejandro Funk indicó el inicio del partido.
En el minuto 2 el conjunto de lobos BUAP mandaba un aviso al conjunto visitante, un disparo potente de Amaury Escoto iba a las manos de Gaspar Servio.
La jauría, desde el inicio del cotejo, presionó, busco y deseo el gol.
Al minuto 7 Alfonso Sánchez sacaba un derechazo raso que apenas se fue desviado del marco de Dorados.
La presión era incesante por parte del conjunto local; un remate de cabeza a palo cambiado por Orlando Rincón ilusionaba a la afición, quienes ahogaban el grito de gol.
Dorados se recuperó, se hizo de la pelota y en dos ocasiones pudo abrir el marcador, pero por fortuna para la jauría sus disparos se fueron desviados del marco de Canales.
Corría el minuto 27 de tiempo corrido, cuando una triangulación por la banda derecha de Lobos BUAP dejó solo a Rincón, quien mandó un centro preciso al centro del área que Amaury Escoto remató de cabeza y dejó sin posibilidades al arquero Servio para marcar el 1-0 a favor de Lobos BUAP, estremeciendo al estadio con la anotación.
El resto de la primera mitad fue toda para el equipo dirigido por Rafa Puente; al 28 en un contragolpe tuvo la oportunidad de marcar el 2-0, pero no tuvieron fortuna al definir; al 31 Jiménez realizó una buena jugada individual y sacó un potente disparo que el arquero de Dorados logró desviar y al 39 un remate de Escoto frente al portero se fue por encima del marco de los sinaloenses.
Así terminaba la primera mitad, con la ventaja mínima a favor de Lobos BUAP.
Para la segunda parte, la polémica se hizo presente; la misma que aquejó al conjunto universitario durante todo el torneo.
Corría el minuto 5 de la segunda mitad cuando Escoto recibió un pase filtrado, se enfiló hacia el arco visitante y cuando quedó solo frente al portero y se disponía a disparar cayó, aparentemente por un recargón del defensa central de Dorados, en una acción que parecía penal para la jauría, pero el árbitro hizo mutis y el encuentro continuó.
El arquero de Dorados se acercó para reclamarle a Escoto que se levantara, que jugara, por lo que el jugador de la jauría respondió encarando al arquero; hubo un choque de cabezas entre ambos, el árbitro detuvo el partido, el abanderado reportó la agresión y entre ambos decidieron expulsar al delantero de Lobos, por lo que Amaury se tuvo que ir temprano a las duchas dejando a los licántropos con 10 jugadores en la cancha.
A partir de ese momento, el encuentro se tornó de un solo lado, con un Dorados que buscaba anotar pero sin la contundencia necesaria, presionados por la afición universitaria que recriminaba cada acción que parecía a favor de Lobos y no era marcada por el silbante.
Los abucheos al arquero visitante eran consistentes, "puesto que esté había fingido la agresión por la cual se había ido expulsado Escoto.
El encuentro terminó con la mínima ventaja para Lobos BUAP, mínima pero certera; el próximo sábado la vuelta se jugará en Sinaloa.
La moneda sigue en el aire, pero Lobos puede estar tranquilo; su forma de jugar, la solidez en defensa y las transacciones en medio campo hacen de este conjunto un equipo sólido, además de un firme candidato para ascender al máximo circuito del futbol mexicano.


