Por: Osvaldo Valencia
Foto: Archivo Es Imagen

Con el objetivo de anticiparse a tragedias como el terremoto ocurrido en septiembre de 1985, catedráticos y estudiantes de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), en colaboración con la Comisión Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), desarrollaron un sensor de monitoreo de edificios.

Se trata del proyecto Saver, un sensor que, explicaron, evaluará la vulnerabilidad de las construcciones y determinará si está en condiciones idóneas o si se necesita la revisión de la estructura para salvaguardar su integridad.

La aplicación se implementará en construcciones escolares, detallaron los académicos, pues gran parte de estos edificios se encuentran en zonas de peligro sísmico alto y moderado.

De acuerdo con el estudio realizado en 2013 por el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (Inifed) en Puebla alrededor de 200 escuelas se encuentran en condiciones de vulnerabilidad sísmica.

Eduardo Ismael Hernández, catedrático de la facultad de Ingeniería Civil, señaló que actualmente en el país se cuenta con muy pocos aparatos de monitoreo sísmico para realizar un análisis sobre las condiciones de infraestructura de las escuelas.

Laura Margarita Rodríguez Peralta, investigadora de la facultad de Ingeniería en Tecnologías de la Información de la institución, explicó que el sensor trabaja a partir de sensores inalámbricos, lo que permite ponerlos en diferentes puntos sin interrumpir otras actividades, además de que consume poca batería.

Los sensores recolectarán información de movimiento sísmico y vibración ambiental, enviando lo recolectado a una base de datos en internet que analizará los datos recabados para arrojar como resultado nivel de vulnerabilidad estructural. “Es como una especie de semáforo” recalcaron.

Además destacó que actualmente los sensores de actividad sísmica cuestan alrededor de 19 mil 500 dólares, más de 300 mil pesos, y su deficiencia radica en que evalúan la vulnerabilidad una vez ocurrido el fenómeno ambiental.

Los prototipos diseñados por la UPAEP tienen un costo de 300 dólares, cerca de 5 mil 600 pesos, y evaluan las condiciones del suelo y ambientales antes de una contingencia.

“Con este aparato vamos a poder adelantarnos a la catástrofe antes de que suceda” enfatizaron.

Los creadores reiteraron que el objetivo de este dispositivo será darle a las instituciones educativas la tecnología que dé soluciones a problemas de infraestructura, así como la determinación de que inmuebles necesitan revisiones e intervención de especialistas.

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