Por: Berenice Martínez / Foto: Agencia EsImagen

 

Los enfrentamientos entre el Ejercito Mexicano y grupos delictivos dedicados al robo de combustible en la franja que comprende los municipios de Tepeaca, Palmar de Bravo, Acajete, Acatzingo, Tecamachalco y Quecholac, han ido en aumento.

En enero del año en curso un convoy de militares se enfrentó con una banda de huachicoleros en Cuacnopalan, comunidad de Palmar de Bravo; el saldo fue de tres civiles lesionados.

Para febrero se registró un segundo ataque en San Jerónimo Ocotitlán, Acajete, cuando pobladores intentaron frenar un operativo entre la Policía Federal, Estatal y la Sedena. Después de horas los vecinos liberaron las camionetas cargadas con hidrocarburo robado.

Ese mismo mes un grupo de aproximadamente 500 personas desarmó y retuvo a un destacamento militar en la comunidad de Guadalupe Enríquez, Quecholac, donde los uniformados de la Sedena fueron golpeados.

Pero el enfrentamiento que llegó a los medios nacionales fue el del pasado 10 de marzo registrado en Palmar de Bravo y Atzitzintla. Mediante el Operativo Encrucijada, la Policía Federal, Estatal y Gendarmería aseguraron a 87 personas ligadas a la célula delictiva Los Zetas denominada "Los Buchanans".

Además de traficar combustible a la banda se le relacionó con la ejecución de tres agentes ministeriales de la Fiscalía de Secuestro y Delitos de Alto Impacto (Fisdai) que investigaban el delito. En ese operativo también fueron detenidos el presidente municipal de Atzitzintla, José Isaías Velázquez Reyes, policías municipales y funcionarios públicos.

En marzo, nueve soldados resultaron lesionados luego de que el camión donde viajaban volcó en la comunidad de Cuesta Blanca en Palmar de Bravo. Ahí fueron emboscados por dos camionetas que intentaron recuperar un vehículo con 200 litros de gasolina robada.

Para el mes de abril los enfrentamientos entre militares y huachicoleros continuaron en la zona conocida por el robo de combustible, ataques que se intensificaron con la llegada de 500 policías militares para contener el delito.

 

El robo de combustible en cifras

Las tomas clandestinas incrementaron, puesto que de 102 casos registrados en 2004, para 2014 se contabilizaron cuatro mil 219, en cuya zona huachicol se concentra el 80 por ciento del delito.

De 2006 a 2015 se detectaron alrededor de 11 mil 919 tomas ilegales en todo el país, por lo cual se abrieron 10 mil 487 averiguaciones previas, con tres mil 803 detenidos, de los cuales mil 646 obtuvieron libertad en el Ministerio Público, dos mil 250 fueron consignados, 614 liberados por un juez y sólo mil 484 fueron a prisión.

En el caso de Puebla, de 2012 a 2016 las autoridades locales lograron detener a 223 personas ligadas a la ordeña, traslado y comercialización de combustible robado, de ellas, sólo 51 permanecen sujetas a proceso en centros de reinserción social, es decir, ocho de cada diez huachicoleros fueron liberados.

En 2016 el estado de Puebla cerró con mil 533 ordeñas a ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), casi el doble de los que se detectaron en 2015 y casi una cuarta parte del total nacional, reportaron funcionarios de la paraestatal.

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