En quince años los indicadores sociales registran mejorías según el Coneval, pero el robo de hidrocarburo aumenta

Por: Guadalupe Juárez / @lup24horas

Los habitantes del corredor huachicolero viven en una paradoja, ya que mientras el índice de rezago social en la mayoría de los municipios se redujo en los últimos años, es decir, que sus carencias sociales como el acceso a la educación, servicios básicos, salud y viviendas dignas fueron menores en los últimos años, el número de tomas clandestinas creció de manera paralela.

“Los cárteles del narcotráfico, que ahora se dedican al robo de hidrocarburos, buscaron localidades vulnerables, donde haya pobreza y que se sientan que nunca han sido tomados en cuenta; así los convencen de perforar los ductos, de que tienen derecho a una ‘rebanada’ de ese ‘pastel’ para mejorar su vida”, sostiene el director de la consultora Etellekt, Rubén Salazar, en entrevista.

Y los salarios ofrecidos por los grupos criminales parecieran comprobar esta teoría. Un halcón cobra de 12 mil hasta 14 mil pesos al mes, estos pueden ser niños, jóvenes que recién terminaron la secundaria o las mismas habitantes de esta población.

“Los sueldos que da el crimen es dinero al que no acceden en un empleo formal, en el campo o en una de las industrias establecidas en el lugar”, refiere el especialista en temas de seguridad.

foto3

Rezago y ordeña por municipio

De los 27 municipios por los que cruza el ducto Minatitlán-México, en seis demarcaciones las autoridades detectaron la presencia de grupos delictivos que cooptaban a los pobladores para fortalecer sus redes en la comunidad y poder extraer combustible.

En estas demarcaciones se presenta un fenómeno: las carencias sociales de la población se reducen a la par del aumento en el robo de hidrocarburo.

En Quecholac, municipio en el que bandas de huachicoleros se enfrentaron con el Ejército el pasado 3 de mayo en una de sus juntas auxiliares, la población analfabeta se redujo en 11.6 puntos porcentuales del año 2000 a 2015, mientras que la población sin acceso a servicios de salud decreció hasta en un 76.29 puntos porcentuales.

Lo mismo pasó con las viviendas con piso de tierra, las que no disponían de un excusado, agua entubada, drenaje, energía eléctrica o que no contaban con una lavadora o un refrigerador.

Un ejemplo de ello es que hace 17 años en esta demarcación 4% de las viviendas no tenía energía eléctrica, pero hace dos años este porcentaje se redujo a 1.3%.

El robo de combustible en esta comunidad registró en el año 2000 dos tomas clandestinas; 16 años después, según datos del último informe por año disponible, se contabilizaron 168 casos. La pobreza disminuía, el robo de hidrocarburos crecía.

En Acatzingo, otro de los puntos identificados por las autoridades como uno de los más importantes en el trasiego de combustible y con brotes de violencia por la pugna de la plaza entre bandas de huachicoleros, también se presenta una disminución en los índices de rezago social de 2000 a 2015.

Por ejemplo, mientras en el año 2000 nueve de cada 10 habitantes de esta demarcación no tenían acceso a servicios de salud, en el 2015 tres de cada 10 se encontraban en esta situación, es decir, hubo una reducción de 70 puntos porcentuales.

Así como la disminución del 19.27 puntos porcentuales en las viviendas que tenían piso de tierra o del 20% de las que no disponen de excusado o sanitario.

Al igual que en Quecholac, en el año 2000 Acatzingo reportaba dos tomas clandestinas, pero durante 2016 este incrementó a 118 casos.

En Acajete, por ejemplo, también se redujo el porcentaje de las casas que no contaban con agua entubada. En el año 2000, 37% se encontraba en estas condiciones, pero en 2015 se redujo a 12.79%, según datos del Coneval.

En cuanto a drenaje, otra de las carencias sociales padecidas en estas demarcaciones, este municipio registró una disminución en el porcentaje de 49.4% a 6.12% durante el periodo referido.

Aunque este municipio ocupó el primer lugar en el estado de robo de combustible en el año 2000 con tres casos de perforación ilegal de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), el año pasado pasó al tercer lugar, con 180 casos de robo de combustible.

Palmar de Bravo fue el primer municipio en el que se detectó que los grupos delictivos dedicados a la ordeña comenzaron a enrolar a menores de edad para robar combustible y después a servir como halcones con la promesa de obtener dinero fácil, según relataron testigos a 24 Horas Puebla.

Tiempo después, el gobernador actual, José Antonio Gali Fayad confirmó que los niños eran utilizados como halcones por las células delictivas para burlar a las autoridades y controlar a las comunidades.

En ese municipio también en el año 2000 sólo fueron detectadas dos tomas clandestinas; 16 años después éstas aumentaron a 283.

Entre los indicadores de rezago social, el Coneval contabiliza el número de viviendas que cuentan con una lavadora o un refrigerador. En el caso de Palmar de Bravo, la población que no disponía de estos electrodomésticos también se redujo. De registrar 91.63% de hogares sin lavadora, en el 2015 esta cantidad disminuyó a 64.98%.

Otro de los municipios donde el gobierno estatal detectó que el robo de combustible incrementaba es Tecamachalco, que comparte la misma característica que las otras cuatro demarcaciones, donde las tomas clandestinas aumentaron y las carencias sociales disminuyeron.

Ahí se registró la primera toma clandestina tres años después que en Quecholac, Palmar de Bravo, Acatzingo y Acajete; el año pasado contabilizó 15.

La reducción en las carencias sociales padecidas por los habitantes de Tecamachalco se vio reflejada en el acceso a servicios básicos, como la energía eléctrica. Mientras 2.99% de su población no contaba con energía eléctrica en sus hogares en el año 2000, para 2015 este indicador bajó a 0.564%.

Aunque Tepeaca es actualmente el municipio con mayor número de tomas clandestinas detectadas –352–, hace 17 años apenas habían registrado dos perforaciones ilegales de ductos de Pemex. En su caso, se mantuvo con un rezago social bajo y por ende los accesos a la salud, educación y servicios básicos mejoraron.

foto2

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *