Por: Staff 24 Horas Puebla
En lo que va de 2017, Puebla sigue a la cabeza en tomas clandestinas a nivel nacional. Y no sólo eso: en la entidad se han detectado alrededor de 10 mil puntos clandestinos de venta de hidrocarburo.
De acuerdo con información de Milenio Diario, las gasolineras establecidas en la franja de robo de combustible registraron pérdidas en sus ventas de hasta un 70 por ciento en un año, lo que significa que las expendedoras de Pemex pasaron de despachar 10 mil litros diarios de gasolina a apenas 3 mil.
“En lo que va del año se han abierto unos 10 mil puntos de venta clandestinos. Se venden en las calles y a domicilio también. Varias gasolineras están por cerrar porque las ventas no dan para cubrir los gastos”, declaró en entrevista para el diario de circulación nacional Rafael Zorrilla Alanís, presidente de la Organización de Expendedores de Petróleo (Onexpo).
Precisó que el negocio huachicolero en los municipios de Tepeaca, Palmar de Bravo, Tecamachalco, Acatzingo y Quecholac tiene a los empresarios gasolineros contra la pared, pues han sido víctimas de amenazas por parte de grupos criminales que controlan la ordeña a los ductos de Pemex.
Una investigación de 24 Horas Puebla detalla cómo ha cambiado la vida en los municipios llamado corredor huachicolero, en donde el índice de rezago social se redujo en los últimos años mientras el número de tomas clandestinas creció de manera paralela.
Además, en municipios donde el robo de combustible se ha intensificado, la generación de empleos por parte de empresas certificadas es precaria, ya que la mayoría de ellas sólo ofertan un máximo de 10 plazas por negocio y los salarios son menores a los ofrecidos por los chupaductos, por lo que los habitantes dejaron sus actividades cotidianas para ingresar al negocio huachicolero.
