De acuerdo con la Onexpo, la petrolera pasó de expender 10 mil litros diarios de gasolina a dos o tres mil en el corredor de robo de hidrocarburo en lo que va de este 2017
Staff 24 Horas Puebla
En lo que va de 2017, Puebla sigue a la cabeza en la extracción ilegal de combustible a nivel nacional. Además, en la entidad se han detectado alrededor de 10 mil puntos clandestinos de venta de hidrocarburo en la zona del corredor huachicolero.
De acuerdo con información de Milenio Diario, las gasolineras establecidas en la franja de robo de combustible registraron pérdidas en sus ventas de hasta 70%, ya que las estaciones de servicio de Pemex pasaron de despachar 10 mil litros diarios de gasolina a apenas dos o tres mil.

“En lo que va del año se han abierto unos 10 mil puntos de venta clandestinos. Se venden en las calles y a domicilio también. Varias gasolineras están por cerrar porque las ventas no dan para cubrir los gastos”, declaró Rafael Zorrilla Alanís, presidente de la Organización de Expendedores de Petróleo (Onexpo).
Precisó que el negocio huachicolero en los municipios de Tepeaca, Palmar de Bravo, Tecamachalco, Acatzingo y Quecholac tiene a los empresarios gasolineros contra la pared, pues han sido víctimas de amenazas por parte de grupos criminales que controlan la ordeña en la zona.
Una investigación de 24 Horas Puebla detalló cómo ha cambiado la vida en los municipios en el llamado corredor huachicolero, en donde el índice de rezago social se redujo en los últimos años a tiempo que el número de tomas clandestinas creció.
De los 27 municipios por los que atraviesa el ducto Minatitlán-México, en seis existe la presencia de grupos delictivos que utilizan a los pobladores para fortalecer sus redes en la comunidad y poder extraer combustible sin ser acusados.
Es precisamente en estas demarcaciones donde las carencias sociales se reducen a la par del aumento en el robo de hidrocarburo.
Además, en municipios donde se ha intensificado esta actividad, la generación de empleos por parte de empresas certificadas es precaria, ya que sólo ofertan un máximo de 10 plazas por negocio y los salarios son menores a los ofrecidos por los chupaductos, por lo que los habitantes dejaron sus actividades cotidianas para ingresar al negocio huachicolero.
