En una grabación realizada por El Universal en Palmarito detectaron cómo bandas dedicadas al robo de hidrocarburo monitorean el paso de vehículos oficiales y militares
Redacción
Las cámaras que captaron el enfrentamiento entre militares y presuntos huachicoleros en Palmarito Tochapan estaban instaladas en un punto estratégico: uno de los accesos principales a la población.
Un mástil oxidado por el paso del tiempo sostenía el equipo de videovigilancia, el mismo que habría sido colocado por los chupaductos y que fue retirado por miembros del Ejército mexicano, supuestamente, luego del tiroteo.
Así, las bandas dedicadas al robo de hidrocarburo monitoreaban el paso de automóviles y transeúntes, pero sobre todo, de vehículos oficiales, Seguridad Pública y, recientemente, de las Fuerzas Armadas para estar alertas ante un posible operativo en la búsqueda de tomas clandestinas en ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Mediante un video realizado en la zona de los hechos por El Universal, se pudo constatar que el sistema de vigilancia sobresalía de un muro del predio ubicado en el cruce de las calles 10 Sur e Hidalgo, donde el convoy de militares ingresó para atender la denuncia de una ordeña reportada en la zona.
En una transmisión a través de Facebook Live se observa cómo en el tubo metálico hay por lo menos tres cables cortados que al parecer estaban conectados a las cámaras.
Mientras el diario de circulación nacional continúa con la transmisión y el recorrido, una mujer, quien afirma ser habitante de Palmarito Tochapan, relata lo sucedido la noche del pasado 3 de mayo alrededor de las 20:25 horas, o al menos, lo que pudo presenciar.
“Yo nada más vi cuando empezaron a entrar los soldados que venían para acá, eso fue lo que alcancé a ver; cuando yo venía de mi trabajo me topé con dos Jeep y ellos me regresaron, ya no pude pasar porque al parecer había por todos lados gente. Hasta las 6:00 horas vi los últimos que pasaron”, recordó manteniendo el anonimato.
Según su testimonio, en esta junta auxiliar perteneciente a Quecholac hay presencia de huachicoleros, aunque –apuntó– no radican en el lugar, “vienen de otros lados, a nosotros nunca nos han hecho daño, entran, a lo mejor hacen lo que hacen (perforan y ordeñan ductos) y se van, pero a nosotros nunca nos meten en sus problemas”.
La testigo asegura que la gente se dedica a la producción de hortalizas que comercializan en puntos como San Salvador Huixcolotla –donde se ha documentado la venta de gasolina robada–, la Central de Abastos en la capital del estado y poblaciones cercanas.

La balacera entre militares y chupaductos
De igual manera, una persona más que pudo presenciar el enfrentamiento entre presuntos huachicoleros y elementos del Ejército Mexicano narra cómo los militares sometieron al comando armado que viajaba en una camioneta, en el punto conocido como La Curva, una intersección de la calle 10 Sur y avenida Hidalgo.
“Mi cuñada y yo íbamos sobre la calle, íbamos para el baile, le digo que ese día se festejaba a la Santa Cruz, los disparos fueron demasiados; lo vivimos en carne propia”, recuerda en entrevista para el noticiero 10 En Punto con Denise Maerker de Televisa.
La mujer afirma haber escuchado a los militares decir que asesinarían a los ocupantes de una camioneta blindada que al parecer habrían atacado primero a las fuerzas castrenses.
Señala que el hombre, al que un supuesto militar le dispara en la cabeza, se llamaba Paulino Martínez, primo de Antonio Martínez Fuentes El Toñin, quien es líder de una banda dedicada al robo de hidrocarburo que opera en la región.
“Aquí mataron a cuatro, son conocidos por el pueblo, uno se llama Paulino, otro Guadalupe, otro Raúl y al siguiente lo desconozco”, refirió la testigo.

–Paulino aparece con un chaleco antibalas, ¿es en este punto? –pregunta el reportero.
“Sí, es ahí en la banqueta”, dijo la mujer. “Lo único que exigimos es justicia porque ellos no tenían derecho de haberlos matado”.

