Las Serpientes
Por Ricardo Morales Sánchez /[email protected]
Créame, sé que ya suena reiterativo, pero el PRI poblano vive su peor momento desde su fundación en el año de 1929 como PNR con Plutarco Elías Calles.
Nunca en toda su historia, el tricolor había tocado fondo como en estos dos últimos años, en donde las derrotas electorales se han acumulado desde 2010 a la fecha.
La derrota de Javier López Zavala, posteriormente la de Enrique Agüera, 2013, y Blanca Alcalá, en 2016, pusieron en alerta máxima al tricolor, el cual no halla cómo salir de la crisis que ellos mismos crearon, luego de las traiciones realizadas y que terminaron por hundir al que fuera el partido hegemónico en Puebla.
De tal forma que para 2018 el Revolucionario Institucional, tal parece que, está destinado a convertirse en la tercera fuerza electoral en el estado y sin posibilidades de luchar contra Morena y el morenogalismo, quienes se disputarán la plaza el próximo año.
La encuesta de Mas Data no es una buena noticia para el tricolor, ni para sus aspirantes a Casa Puebla y a la alcaldía.
La capital le ha dado completamente la espalda a este instituto político, el cual, sin poder ganar la Angelópolis tiene nulas posibilidades de poder competir, aunque en el interior del estado y en algunas zonas aún, mantenga presencia.
Su candidato más competitivo, el ex alcalde de Puebla Enrique Doger Guerrero, apenas y alcanza el 12% de la intención de voto, en la ciudad en la cual gobernó hace apenas unos años, para ser exactos hace 10.
Juan Carlos Lastiri, otro de los que aspira con toda la parafernalia que intenta hacer con el uso de recursos federales para pagar su estructura, con el apoyo de sus delegados federales, promoción anticipada y con la complicidad de sus amigos Osorio y Robles, apenas tiene un 10% de las preferencias.
Los aspirantes emergentes como Pepe Chedraui para Puebla capital o el propio Víctor Manuel Giorgana, quienes pudieran ser una alternativa en esta ciudad, tienen apenas el 11.8 y 10.9% de las preferencias, lo cual no les alcanza para nada.
La tragedia priista es que las traiciones realizadas en 2010 contra Javier López Zavala, en 2013 contra de Enrique Agüera y en 2016 contra Blanca Alcalá sólo sirvieron para desfondar al tricolor y para que, quienes ahora tienen aspiraciones o se puedan convertir en candidatos del Revolucionario Institucional, tengan la derrota asegurada.
Los Doger, Lastiri y Blanca podrán alcanzar la nominación a Casa Puebla, a la alcaldía, al senado o a las diputaciones, pero como dijera el cantante José Luis Rodríguez El Puma sólo serán “dueños de nada”, porque de niguna manera les va a servir tener las candidaturas en sus manos.
No es por ser aguafiestas, pero francamente no se ve cómo el PRI pueda ganar algo importante en 2018, con 37.5% del nivel de rechazo que tiene a este instituto político, en gran parte provocado por la pésima actuación del gobierno federal.
El tricolor, sumido en su grave crisis, no ha sido capaz de convertirse en una oposición responsable y poder capitalizar los yerros del morenogalismo, quienes son varios, pero no existe quien pueda sacar provecho de la situación.
Mucho, pero mucho deberá de trabajar la gestión de Charbel Jorge Estefan Chidiac si quiere, al menos, poder mantener la presencia del tricolor en el estado; porque francamente en las actuales condiciones en que se encuentra este partido dudo mucho que puedan si quiera ser competitivos el próximo año.
Para los especuladores
Para los que insisten que Martha Erika Alonso Hidalgo será la nueva secretaria de Desarrollo Social y que incluso hasta adelanta fechas de su nombramiento, ahí les dejo esto:
Martha Erika Alonso @MarthaErikaA
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Amig@s panistas, mi prioridad es cumplir el compromiso que hice con la militancia y mantenernos como un partido fuerte, unido y ganador.
