Lector Curioso

Por Rebeca Alcaide / @rebeccaalcaide

Pareciera que los derechos humanos en nuestro país comenzaron a tener un escenario a partir de las desapariciones forzadas, ya que estos actos no sólo contravienen todos los dispositivos y mecanismo jurídicos que buscan la protección de la dignidad humana, sino que también ofenden y lastiman a la sociedad por la falta de actuación del Estado para cumplir con sus deberes.

Sin embargo, siempre he creído que los derechos humanos o también llamados derechos fundamentales son cuestión de todos, y no solo del Estado;  ya lo decían los romanos en la antigüedad,  “Roma tiene las autoridades que se merece”… por ello, nuestro deber como ciudadanos es asumir los conocimiento más elemental del papel que tenemos como parte del Estado mexicano, para luego entonces poder practicarlos o en su defecto reclamarlos.

Pero, ¿qué es la dignidad humana,  los derechos humanos y cómo se concatenan? Para la  Suprema Corte de Justicia de la Nación, la dignidad humana es un bien jurídico circunstancial al ser humano, merecedor de la más amplia protección jurídica. En tanto que, los derechos humanos –a manera muy somera–  son el conjunto de prerrogativas sustentadas en la dignidad humana, cuya realización efectiva resulta indispensable para el desarrollo integral de la persona. Este conjunto de prerrogativas se encuentra establecido dentro del orden jurídico nacional, en nuestra Constitución Política, tratados internacionales y las leyes.

En razón de lo anterior, la concatenación de la dignidad con los derechos humanos nos permite expandir otros derechos fundamentales para el libre desarrollo de la personalidad, es decir, asumir la capacidad de dirigir libremente la propia conducta, a través de las normas establecidas.

Cuando comprendemos que la dignidad soporta el concepto de los derechos fundamentales porque es un bien jurídico tutelado que le brinda todos los mecanismos de protección al ser humano, entonces podemos asumir que los derechos humanos es cuestión de todos y que el garantizar el respeto y protección de estos es una cuestión de todos los actores de esta sociedad, una sociedad que ha luchado por revindicar su postura frente a la esfera dominante del poder.

Y sólo así, se podrán hacer efectivos los derechos humanos, pues, la finalidad de estos son el pleno goce de los derechos y  libertades de los hombres.

 

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