Por: Guadalupe Juárez / @lup24horas
En medio del duelo por la muerte de seis habitantes, Palmarito Tochapan está en pie de guerra.
Han pasado cuatro días y desde afuera de la iglesia de la junta auxiliar del municipio de Quecholac –uno de los 27 que conforman el corredor de robo de combustible–, lanzan una advertencia: Si el Ejército vuelve a entrar lo vamos a echar.
El pueblo es un hervidero de versiones: ¿Qué ocurrió el día de la refriega que dejó 10 muertos? Unos dicen que estaban en la fiesta de la Santa Cruz, otros que la agresión en su contra se dio durante un rodeo y unos más que la gente regresaba del campo.
Pero ninguna de las voces acepta lo que los mismos pobladores aseguran fuera de la demarcación ubicada a una hora de la capital poblana: que la localidad que hoy defienden es el epicentro de trasiego de combustible. Los que acceden a una entrevista rechazan que ahí habiten huachicoleros.
“Nos confunden con Palmar de Bravo, allá es donde hay robo, aquí no pasa el combustible”, señalan bajo la gracia del anonimato.
“Fueron los militares”
Son las 20:15 horas. Los disparos salen de todas partes, de los techos de las casas, de las camionetas ocultas en la oscuridad que devora la carretera donde los que se salvaron fueron los que alcanzan a tirarse al suelo.
“Fueron los militares los que se disparaban entre sí, ellos iniciaron, nosotros no tenemos armas, mienten si dicen así”, refuta un grupo de habitantes bajo el kiosco de la plaza mayor de la localidad a la versión de las autoridades federales y estatales.
“Uno de los muertos iba al café internet a hacer su tarea”, dice una mujer que oculta su identidad atrás de unas gafas de sol y un sombrero.
“Eran campesinos, somos campesinos, todos somos campesinos”, asevera otra habitante, con actitud agresiva. “Los medios de comunicación no dicen lo que nosotros decimos, la verdad. También que se vayan”.
“Uno de ellos estaba bajando rábanos de su camioneta cuando fue acribillado”, relata una voz que oculta su rostro entre el cuello de su chamarra.
“Estábamos en el rodeo cuando nos dispararon a quemarropa, el Ejército está para defendernos, no para agredirnos. Por eso respondimos, a nosotros nadie nos paga para ir a protestar”, afirman ante lo que han leído en encabezados de periódicos en internet.

Incluso aprovechan para difundir su versión desde Facebook, aunque los videos pertenezcan sólo a portales digitales de noticias y no los que ellos tomaron durante el enfrentamiento.
El grupo de habitantes que intercambia su versión con medios de comunicación insiste en que hay 13 “desaparecidos”. “¿Los nombres?” –cuestionan reporteros–. “No sabemos, porque no nos los dejan ver. Lo único que sabemos es que cuatro de las personas detenidas eran estudiantes, iban a la secundaria y los tienen golpeados”, denuncian.
Acudirán a la CNDH
Los pobladores de la junta auxiliar advirtieron que continuarán las manifestaciones en busca de que liberen a los 14 detenidos y además acudirán a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) con una serie de videos donde presuntamente se observa que ellos son los que disparan en contra de los habitantes desarmados.
Sin embargo, los entrevistados no mostraron los audiovisuales y citaron los que medios de comunicación locales difundieron el fin de semana.
