El director de diario Cambio afirmó que decidió divulgar la presunta ejecución de un poblador de Palmarito y no la refriega entera entre ambos bandos debido a “un criterio editorial”
Por: Mario Galeana / @MarioG24H
El director de Diario Cambio, Arturo Rueda, no negó haber recibido una videocrónica por parte del operador de una red de cámaras de seguridad que se encuentra instalada en la avenida principal de la junta auxiliar de Palmarito Tochapan, en Quecholac, donde presuntamente vivía Antonio Martínez Fuentes, alias El Toñín, líder regional del crimen organizado en su modalidad de robo de combustible.
Sin embargo, dijo que la grabación en la que el presunto operador de las videocámaras narra la supuesta ejecución de un posible huachicolero –y no el enfrentamiento completo entre soldados y criminales armados– no está dirigida hacia él de manera directa, pues en la grabación no se menciona su nombre y, además, ésta ya se encontraba en poder de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
El viernes 12 de mayo pasado, previo al inicio de su programa radiofónico Hola Tropitroles, Rueda aseguró que el Diario Cambio decidió, en primera instancia, divulgar la presunta ejecución y no el enfrentamiento entero entre ambos bandos por un criterio editorial: “si ofreces un video de dos horas, nadie lo va a ver”.

En un extenso reportaje de la pluma del periodista Mario Alberto Mejía publicado por 24 Horas Puebla, se apunta que, posiblemente, integrantes del crimen organizado otorgaron a Rueda una grabación para criminalizar al Ejército y revertir la opinión pública a su favor.
El video original divulgado a nivel nacional, como se sabe, fue grabado en una vivienda particular que, según investigaciones, es propiedad de Juan Carlos Fuentes, conocido como El Pajarillo, pariente de El Toñín. La grabación a la que 24 Horas Puebla tuvo acceso es narrada por una voz que acentúa el supuesto disparo que un soldado realiza hacia un presunto huachicolero herido.
“Vi el video que subió Mario Alberto (Mejía). No veo que se refiera a nadie en específico; no dice don Arturo Rueda, señor Rueda, don Trol, don Rueda... o algo parecido”, afirma en entrevista.
—¿Lo recibió entonces o no?
—No sé. Yo declaré en las diversas entrevistas que los pobladores nos hicieron llegar el video. Se lo dije a (Carmen) Aristegui, a (Ciro) Gomez Leyva, a (Óscar Mario) Beteta, a (Raymundo) Riva Palacio. No es un secreto. Además, ese video ya obraba en autos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, es decir, no es, digamos, una filtración en el sentido estricto de la palabra, porque ese video ya estaba en autos de la CNDH, que ya había abierto la queja.
—¿Le comentaron los pobladores que se han convertido en sus fuentes el motivo de la instalación de cámaras de vigilancia en la calle principal de acceso? Hay versiones que apuntan que posiblemente ahí vive El Toñín, líder huachicolero en la región...
—Fíjate que cuando llegamos a buscar el sitio físico al otro día, tocamos, pero nadie nos abrió. Le preguntamos a una señora memelera que está al frente de la casa, y nos dijeron que la gente que vivía ahí ya no estaba, que se había ido, asustada por el tema de los enfrentamientos.
—A partir de la divulgación de este video, la percepción en la opinión pública se revierte: los soldados pasan de ser héroes a presuntos asesinos. Sin avalar la actuación del Ejército aquella noche, ¿usted cree que la divulgación de este video en el que se evidencia la ejecución se ajusta a la narrativa que buscaban difundir los huachicoleros?
—No, yo creo que a lo que se ajusta es a desmontar la versión oficial que dio el Ejército en sus boletines. La versión oficial es que a las 8:30 de la noche (del 3 de mayo) un grupo del Ejército recibió una llamada para atender una toma clandestina y que fueron recibidos por escudos humanos de niños y mujeres, y que de ahí provino la agresión. Según este video, a las 8:40 de la noche, es decir, a las horas en las que la Sedena dijo que había un escudo humano, pues no se ve ningún escudo de niños y mujeres; se ve una conflagración en toda forma entre los dos bandos, hay fuego de los dos lados, y me parece que es lo que se ve: un enfrentamiento, no una emboscada. Me parece que (el video) lo que tumba es la versión oficial de la Sedena. Si alguien quiere interpretar, si algunos son héroes o son villanos, a mí me parece que no es nuestro trabajo como periodistas; nuestro trabajo como periodistas es presentar hechos. El video está ahí. Ciertamente tiene un criterio editorial, que fue lo que llamó la atención de la prensa nacional e internacional. No todos los días se ve a un militar ejecutar a un civil en un video.
—Pero evidentemente este video lo que muestra es la ejecución, y no que se realiza en el contexto de un enfrentamiento...
—Pues tú, como periodista, sabes que si ofreces un video de dos horas, pues nadie lo va a ver. Es como 24 Horas, que presenta un fragmento de dos minutos o de menos de un minuto de algo. Es la edición con fines periodísticos. Después se conocieron... yo dije que también en las entrevistas que los pobladores ya habían subido el video a unas cuentas de YouTube y que ahí estaban, e incluso yo ofrecí los videos a todos los equipos periodísticos de Aristegui, Gómez Leyva y demás, para que los analizaran. Se los hice llegar con toda la libertad y ya como periodista cada quien escoge el relato que quiere contar o el valor informativo que uno cree que tiene ¿no? En el caso de Mario Alberto, cree que un video donde una persona dice “es que fíjese que ahí se ve como se riega la sangre” no sé de dónde proviene ese video; la persona no se identifica, mi nombre no aparece ahí, no se refieren a mí. No dicen “oiga, doctor Rueda; oiga, Arturo Rueda; oiga, señor Tropitrol”. No hacen ninguna referencia a mí, entonces no podría darlo por válido, porque la voz ni siquiera la reconozco.

—En este recorrido que usted pudo hacer junto a otros periodistas, platicaron con un grupo numeroso de pobladores. En la crónica que escriben los periodistas de Central, narran que las personas que les están contando los hechos portan hasta tres celulares, lo que en comunidades con presencia del narcotráfico es signo inequívoco de halconeo. ¿Usted cree que, quizá, sus fuentes están ligadas al crimen organizado?
—Yo no lo vi. La verdad es que estaba preocupado por ubicar a los papás del señor y, afortunadamente, tuvimos suerte. Iban en ese momento a levantar la cruz. Voy a mi programa de radio...
El amaño
La narrativa del video entregado a Diario Cambio pretendía victimizar a la población de Palmarito, provocando un sentimiento de rechazo contra el actuar del Ejército mexicano al presentar las imágenes de una supuesta ejecución a quemarropa de un huachicolero a manos de un soldado:
Operador de las cámaras de seguridad de El Toñín: Ahí analicen las cosas, fíjense en el soldado… fíjense al lado no hay nada de sangre por donde está la sombra del chavo.(Llanto de bebé)
Operador de las cámaras de seguridad de El Toñín: ahí agarraron, se ceja, se fija y ahí le pegan el balazo, fíjese cómo escurre la sangre. (Llanto de bebé)
Operador de las cámaras de seguridad de El Toñín: Ahí va… (llanto de bebé) ahí está, ya le pegó el balazo, fíjese como escurre sangre.
Voz de Mujer: ¡Ya Miriam!
Operador de las cámaras de seguridad de El Toñín:: Ya ve cómo está llenando de sangre todo alrededor de él. ¡Ya lo mataron! En las orillas todo está regando sangre.
Operador de las cámaras de seguridad de El Toñín: ¿Qué le hacía el pobre inocente, si no era un animal? (música de fondo). Fíjese cómo se está llenando de sangre todo, al lado de sus costillas. (Balbuceo de bebé)
Operador de las cámaras de seguridad de El Toñín: Estos desgraciados, inhumanos. Fíjese como ya está el montón de sangre allá.
