Resaltó la movilidad como un tema que se debe atender porque los habitantes no deben pasar más de una hora trasladándose
Por Osvaldo Valencia
Para el presidente municipal de Puebla, Luis Banck Serrato, la concepción de una ciudad inteligente está clara: “Una ciudad inteligente es una ciudad donde la mayor parte de la población puede vivir bien, que funciona para la mayoría”.
En el marco de la presentación del libro Puebla en su paisaje urbano histórico. La Ciudad de los Caminos Cortos, el alcalde capitalino destacó los temas que se deben trabajar, así como las políticas públicas para considerarla una ciudad inteligente, como la movilidad. “Debemos regresar a la sencillez del sentido común que a lo largo del camino muchas veces hemos perdido”, sentenció.
Banck Serrato señaló que la discusión sobre la definición de una ciudad inteligente debe girar sobre el desarrollo urbano y el crecimiento demográfico. “Una ciudad inteligente no puede ser esa en donde paso más tiempo trasladándome de un lado a otro que en cada lado que quiero visitar”, dijo.
También resaltó la importancia de atender los problemas de contaminación, pues aseguró que no se puede aceptar que en los ríos corra más basura que agua, o donde 80% de los días hay más contaminación en el aire que cielo azul.
Afirmó que Puebla debe encaminarse a ser una “ciudad de los caminos cortos”, donde no se tenga que utilizar un vehículo motorizado para trasladarse al trabajo por una hora.
“Lo importante entonces es reducir la necesidad de desplazamiento satisfaciéndola en la propia fuente y al mismo tiempo reducir la necesidad de nuevas construcciones (…) Optimizando el uso de las existentes, es así que se comporta la ciudad de los caminos cortos”, expresó Banck Serrato al citar un fragmento del libro.
En su discurso, el alcalde criticó que en la ciudad no se logre reducir la desigualdad social en sus diferentes aristas, ya que “coinciden en el mismo espacio urbano aquellos que todo tienen y aquellos a quienes todo les hace falta”, lo cual provoca altos índices de violencia y delincuencia, indicó.
“Una ciudad que no modera la indigencia y la opulencia, necesariamente va a enfrentar las consecuencias de la desigualdad”, sentenció.
El edil poblano resaltó: “Una ciudad inteligente no puede ser una donde gran parte de sus habitantes pasan hambre, o frío, o no tienen empleo, o no tienen la oportunidad de desarrollar su talento, o que discrimina a sus comunidades indígenas”, detalló.

Para concluir, Banck Serrato puntualizó que la búsqueda de este tipo de metrópoli se trata de “contener la ciudad en una compacidad. Significa trabajar, descansar, divertirse a distancia de peatón o bicicleta”.

