Por Guadalupe Juárez
Marcos Pérez Calderón, alcalde de Tochtepec, reconoció que ahora que el gobierno federal volteó a Puebla por el problema de la ordeña de ductos, hay una tensa calma en esa demarcación.
Incluso, como autoridades municipales –dijo– sólo se concentran en casos como intentar que regresen 20 jóvenes que desertaron de secundaria y bachillerato, y que podrían haberse vinculado con el crimen organizado, pero no en las amenazas de los huachicoleros que se habían presentado hace dos años.
Pérez Calderón relató que desde lo sucedido en Palmarito Tochapan el pasado 3 de mayo, sumado a los constantes operativos de los tres órdenes de gobierno que abarcan las entradas al municipio por donde circulaban los chupaductos, no se han suscitado casos de riesgo en su demarcación.
Por ello, dijo, el gobierno del estado y la Federación les pidieron a los presidentes municipales enfocar a sus policías en labores de proximidad social y ya no en resguardar los ductos de Pemex.
En el caso de los adolescentes que decidieron desertar de la escuela, Marcos Pérez dijo que les brindan orientación para que retomen sus estudios, además de que les ofrecerán becas, de forma que regresen a las aulas y rechacen insertarse en células delictivas.
El alcalde insistió en la necesidad de que los ediles que gobiernan en los municipios donde se registran tomas clandestinas, y que en algún momento fueron amenazados, tengan acceso a un seguro de vida, iniciativa que llevó a la Asociación de Autoridades Locales de México y que hasta el momento no le han dado pase desde la Federación.
Pérez Calderón denunció el año pasado, junto a otros alcaldes, amenazas provenientes de grupos dedicados al robo de hidrocarburos, por lo cual en esa ocasión anunció que pensaba en dejar el cargo que ocupa por temor a represalias.
