La Entrega

Por Adrián Ruíz

Un abogado vivales que aprovecha cada sexenio para sacar tajada, acaba de adquirir la Notaría 3 de la capital poblana en 25 millones de pesos.

Creció en Puebla bajo la sombra de Manuel Bartlett Díaz cuando el tabasqueño gobernó la entidad. Él lo hizo secretario de Gobernación.

Presume ser el mejor litigante. De alguna manera se coló como asesor del gobierno morenovallista. Mediante millonarios negocios ha acumulado una considerable fortuna que le permite tener otras dos notarías y satisfacer su pasión por el arte. Pero no cualquiera: sino el tenebroso mundo del arte sacro.

La primera la despachaba en la colonia El Mirador; sin embargo, con amaños la dejó en manos de su esposa, quien ahora la administra, ya que los fructíferos litigios y asesorías requerían de tiempo completo.

Un abogado que para ganar los asuntos complicados utiliza el método infalible de comprar jueces y magistrados. Además, decidió adquirir la Notaría 3 en la cantidad mencionada al inicio de esta columna.

La suma inalcanzable para la mayoría de los poblanos representó un gasto menor para él. Su insultante poder adquisitivo le da para eso y mucho, pero mucho más.

Como todo empresario explota a estudiantes de Derecho. Sin opción y ante la oportunidad de un empleo que les ayude para seguir estudiando trabajan para él.

Mientras sus otras dos notarías acumulan  más capital, el abogado teje su telaraña para infiltrarse en el actual gobierno.

 

Reporte del Informante

Si Jesús Morales pensó que como secretario de Seguridad Pública dispondría del poder y recursos absolutos, se equivocó. En los cuatro meses al frente ha sido maniatado en la mayoría de sus pretensiones.

Por supuesto, desde sus oficinas en la avenida Reforma –antiguo Palacio de Gobierno– actúa y se comporta fiel a su estilo y prepotencia, modos de escape justo para las frustraciones que ha recibido en sus exigencias que ha echado para atrás la Secretaría de Finanzas, filtro de los movimientos de todas las dependencias del gobierno estatal.

El buen Chucho propuso dotar de uniformes y equipo que requieren los elementos de seguridad. Sin duda, una medida justa y necesaria para el óptimo desempeño de sus labores. Sólo que el plan del secretario tenía maña. Y una maña arraigada en administraciones pasadas.

El pero es que la compra de todo lo necesario se tenía que hacer con sus proveedores. Detalle que le originó un rotundo no. La solicitud le fue regresada y el gobierno buscará mejores opciones.

También pretendió darse otras atribuciones a su cargo, como dotar de equipo a los bomberos, cuando corresponde a Protección Civil.

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