La Entrega

Por Adrián Ruíz / [email protected]

La semana pasada el 6 de junio para ser exactos, al interior del Centro de Ejecución de Sanciones de Ciudad Victoria, Tamaulipas se registró una balacera entre internos pertenecientes a grupos del crimen organizado y autoridades donde resultaron 7 muertos y 6 lesionados.

Aunque el hecho por si es relevante más lo es porque como director del penal hasta hace poco fue un viejo conocido en Puebla. Nada menos que Filiberto López Zavala, si el hermano menor del frustrado aspirante a gobernar Puebla, a pesar de ser chiapaneco.

Cobijado por Javier, Filiberto siempre ha lucrado con los penales. En Puebla ganó fama porque gracias la influencia de su hermano - en ese tiempo era el hombre fuerte de la administración del "gober" precioso-, hacía y deshacía en los Ceresos poblanos.

Como actual diputado federal, Javier consiguió colocar a Filiberto al frente del penal de Tamaulipas, mediante la solicitud al gobernador Francisco Cabeza de Vaca.

Filiberto tenía el poder para liberar a reos de toda clase mediante cantidades millonarias establecidas por él. El negocio alcanzaba su esplendor cada fin de año, fechas en las que se expiden preliberaciones por buen comportamiento o porque falta poco para el cumplimiento de las sentencias.

Apenas llegó al reclusorio de Tamaulipas, empezaron los problemas con la población penitenciaria, porque mezcló a reos peligrosos provenientes de Nuevo Laredo.

Aunque el motín ocurrió después de que salió de la dirección del penal. El "pastel" había sido metido al horno y sólo era cuestión de tiempo para ser cocinado.

El hermano del diputado tuvo tiempo de salir librado de Tamaulipas, tal y como sucedió en Puebla después de descubrirse sus actividades.

Decidió poner tierra de por medio y radicar en el vecino estado de Jalisco, donde nadie lo conoce.

Por fortuna para Puebla y sobre todo para los poblanos, Javier no logró la primera magistratura del estado. En caso contrario su hermano Filiberto, habría asumido el mando total de la (in)seguridad.

También los chiapanecos la libraron, específicamente los que habitan el municipio de Pijijiapan, donde pretendió ser presidente muninicipal.

 

Reporte del Informante

 

Las 2 caras priistas. Los priistas velan armas para los 2 posibles escenarios con miras a la gubernatura de Puebla. El primero si el elegido resulta Juan Carlos Lastiri. Y el segundo si el afortunado es Enrique Doger Guerrero.

Para la clase tricolor ambos casos están más claros que el agua. En lo referente a Lastiri, tienen claro que "jugaría" a perder como lo hizo en su momento Blanca Alcalá.

Y le tienen preparada una larga lista de las actividades ilícitas en las que ha incurrido. Mientras que Doger Gurrero, según los cuadros priistas "jugaría" a ganar por lo que entonces estarían dispuestos a apoyar con todo la candidatura.

Tampoco descartan alguna sorpresa impuesta por los altos mandos. Pero el elegido también sería sometido a intenso análisis para saber si no sería otro elemento con Lastiri, que se preste a negociaciones torcidas.

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