La Loca de la Familia
Por: Alejandra Gómez Machia / @negramacchia
No todos los tuitstars tienen gracia. Es más, para ser influencer en México sólo se necesita decir las estupideces que todos traemos en mente y que no nos atrevemos a revelar.
Ser influencer en México es más un asunto de ocio que de inteligencia. Ya lo vemos: Twitter está lleno de personajes nefastos repitiendo lugares comunes que “pegan” sólo porque son oportunos. Aparte el lenguaje del mexicano pues… no es muy extenso.
Hay tuitstars que dan consejos de amor, de belleza y de salud. Personajes como el tal Chumel Torres, que se monta en temas coyunturales, y con la gracia de un totopo de chilaquil, hace un comentario facilista que obtiene cientos de retuits.
Twitter es la educación física y sentimental de sus usuarios más fieles.
Además es una escuela de odio. Pero la ironía suele quedarse corta por la falta de ingenio en el duro oficio de hacer mofa de una desgracia.
Gente como la llamada “Doctora”, el propio Chumel y otras aberraciones sirven para dar movimiento a la red. Esa es su verdadera función: esparcir la mierda. Y está bien que existan pues finalmente son parte de la cadena alimenticia de los medios.
Lo que es verdaderamente penoso es tener a un ex presidente en Prozac haciéndola de Profesor Longaniza.
Hablo, por supuesto, que de Vicente Fox.
Si de por sí todos sabíamos que era un hombre limitado, cada tuit que lanza últimamente sublima sus limitaciones. Pero tiene lo necesario para ser un Tuitstar: reflectores, followers, un pasado condenable y una figura tragi-cómica.
Vicente Fox se ha convertido en el "Cositas" del Twitter.
¿Quiere usted aprender a hablar mal inglés? Vea a Vicente.
¿Quiere preparar un auténtico "Taco Bowl"? Vea a Vicente.
Vicente Fox es el nuevo Beto Boticario... ¡Magazo!
También el nuevo Patas Verdes de la televisión mexicana.
Vicente Fox es la confirmación de que el toloache existe... y funciona (y es malo para la salud).
También es la reafirmación de que la mota no es para todos.
Vicente Fox es el botón de muestra de que no hay posición social que te salve de la demencia senil. Es el claro ejemplo de que somos un país libre: libre para hacer el ridículo.
Fox es un tuitstar muy peculiar. Quiso ser estandopero, no pudo. Quiso ser líder de tubas de la Banda MS, no pudo.
Entonces fue presidente y la vida le cambió. Encontró el nicho perfecto para coronar sus mummy issues .
Es lo que hacen los presientes de este país, ¿o no?
