Lector Curioso

Por: Rebeca Alcaide /@rebeccaalcaide

Crisis o transición

 

Si bien es cierto que en este momento vivimos una época de crisis, también es cierto que las crisis generan transición de paradigmas.

Y es que en toda transición ocurre un fenómeno de invisibilidad hacia el mismo, esto es consecuencia de  las expectativas que creamos en el imaginario colectivo de la sociedad líquida, pues de manera como suele suceder las expectativas siempre exceden a la experiencia; surgiendo un efecto de discrepancia entre ambas. Generando una desestabilización entre el ser y querer ser, entre la regulación y la emancipación; pues, en este tenor y como lo postula Sousa Santo la regulación moderna es el conjunto de normas, instituciones y prácticas que garantiza la estabilidad de las expectativas. Mientras que la emancipación moderna es el conjunto de aspiraciones y prácticas oposicionales. Aumentando la discrepancia entre el querer ser y el ser afianzando la modernidad líquida de Bauman.

Por lo tanto, la crisis genera transición en esta modernidad a través, de una dicotomía entre la regulación y la emancipación sin embrago, no de nada sirve la crisis sino hay transición y solo se logra mediante las luchas emancipatorias las cuales consisten en la  capacidad de transformar una nueva forma de regulación, mediante el orden y basada en las instituciones de toda índole.

Lo cual conlleva a que todo paradigma sea transitorios porque nuestra sociedad es evolutiva y una vez que la nueva forma de regulación se estabiliza, nuevas aspiraciones surgen para ponerse en práctica. Por ello, los paradigmas de la modernidad son un proyecto ambicioso y revolucionario, pero es también internamente contradictorio pues, tiene como fin un progreso residual de la regulación y emancipación, así como la traducción sin distorsión de las nociones racionales de la vida colectiva y personal que vivimos en nuestra realidad.

Entonces es más fácil comprender que toda crisis genera una transición la cuestión están en cómo asumimos esa crisis para darle un  sentido positivo o negativo.

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