Lector Curioso

Por: Rebeca Alcaide /@rebeccaalcaide

Del Estado democrático a los derechos humanos

Los derechos humanos también se pueden expresar como forma de los derechos fundamentales toda vez que,  se encuentran plasmados en las constituciones de los Estados, debido a la magnitud e importancia que los caracteriza –pues se consideran vitales para el devenir del hombre–. Sin embrago, no todos los derechos humanos son reconocidos como derechos fundamentales. Para comprender el concepto de lo derechos humanos es importante descomponerlo dese teoría y la praxis.

La teoría de los derechos humanos es construida por corrientes filosóficas de corte liberal en el que resalta el valor y dignidad de la vida humana, colocando el bienestar del ser humano –libertades y derechos– en el que se garantice seguridad y justicia para éste.

En el caso práctico de los derechos humanos limitan al estado en su actuación con relación al individuo, es decir; el Estado tiene la obligación de garantizar el respeto hacia estos derechos mediante los principios de legalidad e igualdad, los cuales ya hemos mencionado.

Ahora bien,  la evolución de los derechos humanos obedece a la progresividad del hombre, por eso ahondaremos en su clasificación más conocida de estos:

Primera generación: su fuente histórica corresponde a la Revolución Francesa y se encuentra integrada por los denominados derechos civiles y políticos. Donde el Estado debe respetar los derechos fundamentales: a la vida, la libertad y la igualdad, como lo son: la vida, la Integridad física, libertad personal, igualdad y discriminación y seguridad jurídica

En la segunda generación: surgen de la Revolución Industrial y constituyen los derechos de tipo colectivo, a saber: sociales, culturales y económicos, es decir; proteger a los grupos en desventaja, y cuyas características son: la vivienda, salud, alimentación, trabajo, sindicatos, educación y cultura.

La tercera generación: son la respuesta necesaria para la cooperación entre las naciones que los integran, y son conocidos como derechos de solidaridad o de los pueblos, incentivando el progreso mediante la colaboración de comunidades internacionales. Las características propias de esta generación corresponden a la paz, autodeterminación, desarrollo, identidad nacional y cultural, conservación de la biodiversidad y respeto y conservación.

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