Por: Notimex
Foto: Ángel Flores / Agencia EsImagen 

Soldados, sargentos y capitanes de la 25 Zona Militar en esta entidad, cumplieron el deseo del infante César Diego Almaraz Pérez, quien se convirtió en "Soldado por un día".

El comandante de esa jurisdicción, Raúl Gámez Segovia, fue el responsable de darle la bienvenida al niño, quien llegó acompañado de su madre Lucila Pérez y sus hermanitos Tania y José, originarios del municipio de Rafael Lara Grajales.

Diego -como le llamaron los soldados- tiene nueve años de edad, pero desde hace dos padece leucemia, una enfermedad que ha agravado su salud, de tal manera que el pasado 11 de mayo sufrió un paro respiratorio.

En entrevista, la señora Lucila relató que los médicos del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) desde hace unas semanas ya no le aplican quimioterapias a su hijo, porque se le cayó el cabello y las cejas.

Refirió que los oncólogos sabedores que el sueño de Diego es ser soldado, invitaron a la mamá de éste a inscribirse en el Programa de Apertura de la Secretaria de la Defensa Nacional (Sedena), el cual consiste en cumplir el deseo de los niños de ser soldados por un día, pero que están enfermos de gravedad.

En el día en que se cumple su sueño, lo más emocionante para Diego, quien se mostraba físicamente cansado pero contento, fue que los militares le obsequiaron un uniforme camuflado, botas, gorra y las fornituras respectivas.

A su llegada a la jurisdicción, los militares recibieron al niño, le mostraron la manera de saludar a los oficiales y lo invitaron a iniciar las actividades del día, las cuales arrancaron con el descenso del helicóptero 1155 de la Fuerza Aérea Mexicana.

Acto seguido, apoyado por una silla de ruedas, César Diego se acercó a la aeronave para ocupar la posición de piloto, para lo cual se colocó un casco y posó para la fotografía del recuerdo, acompañado por su familia y sus nuevos compañeros militares.

En breve entrevista, el infante dijo que este recorrido es para él cumplir un gran sueño que nunca olvidará.

Dijo que jamás se imaginó que conocería la zona militar y mucho menos que le dieran un uniforme.

Sorprendido por su recibimiento, expresó que ahora no sabe si quiere ser piloto, andar en las tanquetas o montar a caballo, pero de lo que sí está seguro es que quiere ser soldado.

El comandante Gámez Segovia posteriormente encabezó el recorrido por las instalaciones de la Escuela Militar de Sargentos que fueron inauguradas por el presidente Enrique Peña Nieto y el general Salvador Cienfuegos, en noviembre pasado.

Aulas, centro de idiomas, dormitorios, áreas deportivas como la alberca y gimnasios, así como el museo de la Escuela Militar de Sargentos fueron algunos de los espacios que conoció el pequeño Diego, siempre apoyado por los soldados.

Lucila Pérez, madre soltera y dedicada al comercio, también estuvo emocionada hasta las lágrimas por este recorrido, pues comentó que "es un aliciente para que Diego anímicamente se recupere, pues en meses recientes su salud ha recaído".

Para este evento, dijo que su hijo se preparó con reposo, medicamento e inhaladores. De igual manera, una vez que concluya la visita tendrá que reposar por mucho tiempo, tal como lo indicaron los médicos.

Por la tarde, las actividades continuarán con el acto de presidir la ceremonia de Jueves Cívicos, donde participan escolares desde nivel primaria hasta universidad y más tarde las fuerzas castrenses le otorgarán un reconocimiento a Diego como "Soldado Honorario".

"Diego comerá con todos los alumnos de la Escuela Militar de Sargentos, pues cuando le preguntamos que era lo que más le gustaría hacer, nos dijo que él quería comer con todos los soldados", concluyó Gámez Segovia.

El objetivo del programa nacional de la Sedena es que los ciudadanos puedan acercarse a las Fuerzas Armadas y conocer lo que éstas hacen; además de cumplir los deseos de los niños enfermos, señaló.

En Puebla hasta el momento dos niños han podido realizar su sueño, en tanto que en lista para conseguirlo está un infante más, sólo se espera que su médico autorice su salida del hospital para vivir este recorrido.

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