La preocupación de las empresas en torno a esta generación es que permanecen poco tiempo en los puestos
Plumas Ibero Puebla
Por Ivonne Tapia Villagómez
Según estudios estadísticos que presentó recientemente el London Business School, para el año 2030 los millennials representarán 85% de la fuerza laboral en el mundo, cifra que, al respecto, ha ido incrementándose desde 2015, convirtiéndose hoy en día en la generación que ocupa más vacantes en diversas organizaciones.
Esta situación no es algo privativo de esta generación, se ha dado en momentos anteriores; sin embargo, la preocupación de los actuales líderes organizacionales es que los millennials son individuos que permanecen poco tiempo en los puestos, situación que se ha convertido en un gran reto para las empresas, pues esta acción trastoca muchos intereses y procesos al interior de las empresas, recrudeciéndose este problema cuando no se sienten lo suficientemente motivados para continuar colaborando con la organización.
Son individuos que suelen ser exigentes con las empresas y buscan en ellas la mayor cantidad de beneficios, además de plantearse retos para alcanzarlos, esperando que la organización les allegue los recursos para hacerlo.
Los millennials buscan que las empresas ofrezcan remuneraciones competitivas y desafíos laborales y no necesariamente que se cuiden aspectos de seguridad y permanencia en el empleo, que era un requisito de selección para los trabajadores de la generación X, los cuales asumían que el esfuerzo era el principal factor para lograr una mejor posición con los años. Ante eso, ¿cómo debe liderar un dirigente de la generación X a una organización y motivar a los equipos de trabajo millennials?
Primero, deben estar conscientes de que habrá conflictos porque los paradigmas con los que cada uno lleva a cabo actividades y filosofía de trabajo son diferentes. Por lo tanto, motivarlos y liderarlos asertivamente será la clave para todas las organizaciones. Motivar a los millennials implicará trabajar algunos aspectos importantes como el reconocimiento y la recompensa por el trabajo bien hecho.

Si se cuida este aspecto seguramente se tendrá a un colaborador comprometido con la organización por mucho tiempo. Sin embargo, este reconocimiento no debe construirse con promesas futuras, sino con ciertos beneficios como el desarrollo profesional, tiempo libre o mayor responsabilidad ante determinadas tareas, ya que gustan de marcar la diferencia tanto en los lugares de trabajo como en la comunidad a la que pertenecen.
En el mismo orden de ideas, es necesario plantearles oportunidades para que puedan trabajar en proyectos o tareas específicas, cultivar la política de puertas abiertas o bien, buscar otros escenarios donde se sientan en confianza para externar sus ideas y experimentar que sus opiniones tienen un peso significativo para la empresa.
Para ellos, relajar las jerarquías es muy importante en virtud de que gustan trabajar en comunidades unidas por el interés del proyecto. Además, disfrutan de resolver problemas dentro de la empresa y ayudarlos para que lo hagan permitirá su permanencia.
Este tipo de colaboradores no empatiza con los horarios rígidos, por lo tanto, la empresa debe ofrecerles cargas de trabajo más flexibles e incluso trabajar a distancia, aspecto que dominan muy bien y en el que incluso, consideran que no es necesaria una oficina; para ellos, el teletrabajo es una adecuada opción para administrar su tiempo y atender sus requerimientos personales.
Hay que comprender que los millennials han crecido con la tecnología y por ello les resulta práctico establecer la comunicación de forma electrónica y no necesariamente con reuniones presenciales. También les importa usar su propia tecnología y tener la posibilidad de utilizarla en el trabajo.
Ante esta situación, ellos valoran sobremanera el hecho de que los empresarios sean abiertos ante la mentalidad BYOD, una tendencia que, por sus siglas en inglés, significa: “trae tu propio dispositivo”. Si esta posibilidad no puede ser provista por la organización, al menos lo que esperan es trabajar en una empresa que pueda ofrecerles lo último en tecnología.
Con respecto al trabajo en equipo, podemos encontrar que son empleados que gustan de colaborar a través de chats de video o en sesiones de brainstorming.
Los millennials no se adaptan con facilidad a laborar en un cubículo, ni a que se limite el diálogo e interacción con los compañeros, por lo cual se debe fomentar los espacios abiertos en donde se comuniquen de manera informal con los demás. En relación al desarrollo profesional, no olvidemos que para la generación del milenio no sólo es importante conseguir empleo, sino marcar la diferencia y distinguirse a partir del desarrollo de sus habilidades y talento. En caso de que la empresa no tenga la capacidad de contribuir a su desarrollo profesional, ellos buscarán la oportunidad en otro lugar.
Es evidente que la cantidad de millenials en el mercado laboral se incrementa y por ello será oportuno que las empresas que deseen aprovechar sus capacidades procuren ajustar su enfoque de gestión y comunicación.
El reto será diseñar un sistema administrativo capaz de motivarlos y retenerlos con tareas desafiantes, remuneraciones variables, trabajo en equipo usando las tecnologías de información y una infraestructura que fomente el diálogo y el aprendizaje.
