Golpe contundente  y  acciones compartidas

El gobernador José Antonio Gali Fayad tiene la razón en asegurar que la lucha en Puebla contra las células de los cárteles del narcotráfico dedicadas al robo de combustible obligó a que los ojos del país fijaran su atención en ese grave problema y las autoridades, sobre todo del ámbito federal, se vieran obligadas a intervenir. Algunos dirán que la supuesta ejecución de un huachicolero a manos de un militar en Palmarito Tochapan fue lo que detonó el interés, pero no es verdad. Eso sólo potenció un tema que el mandatario estatal venía trabajando meses atrás tanto con el Ejército, la Marina, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y hasta la PGR. ¿Será?

 

La mejor estrategia

En política, la estrategia de la victimización siempre será redituable para generar una opinión pública a favor de quien la impulsa. Vivimos en un país en que la percepción es más importante que los hechos y creemos que la autoridad, por esencia, es maldita. Enrique Cárdenas Sánchez lo sabe y lo aplicó correctamente, por eso denunció una supuesta amenaza en su contra por exhibir los niveles de endeudamiento del estado de Puebla. Hoy, ante la opinión pública es una víctima y lo que sigue es ser candidato de Morena. ¿Será?

 

Y sigue el lucro

Más tardamos en decirlo que los yunquistas en montarse en el tema de la inseguridad e iniciar el golpeteo político contra el Ayuntamiento de Puebla. Por ejemplo, el ultraderechista y tentáculo del Yunque en el Cabildo de Puebla, Oswaldo Jiménez López, aseguró que la estrategia de combate a la inseguridad no funcionaba por lo que debía replantearse. Un dato de contexto: fue el mismo regidor que se negó a votar a favor de los estados financieros de la Comuna como una forma para presionar al Congreso local para que no inhabilitara al candidato del Yunque, Eduardo Rivera. ¿Será?

 

Valencia, en su laberinto

Manuel Valencia Martínez, quien se autonombra dirigente de la Federación de Comerciantes, Colonos y Campesinos de Puebla y Tlaxcala, logró una unidad que nunca se había visto en el tianguis de San Martín Texmelucan. El problema es que esa unión de organizaciones está en su contra porque ya están hartos de las continuas vejaciones cometidas por el líder tianguista. Tómelo con reserva, pero los que saben dicen que los días de libertad del rijoso dirigente están contados. Su soberbia y el apoyo de algunas autoridades permitieron que siguiera con sus desmanes, pero la paciencia se terminó y es hora de tomar acciones. ¿Será?

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