Un alcalde con mirada vanguardista
En sigilo, con un trabajo intenso tras bambalinas, pero sobre todo con una visión incluyente, Luis Banck Serrato logró aglutinar tanto a universidades, Iglesia, comunidades, empresarios y sociedad civil para echar a andar el programa Puebla Comparte, que en una primera etapa pretende erradicar la pobreza alimentaria que padecen 160 mil personas, poco más del 60% del universo total. La tarea parece sencilla, pero se trata de un proyecto de vanguardia único en el mundo. Así como lo lee: en el mundo. El edil de Puebla dio un paso más en la visión de la ciudad que quiere, que muchos políticos no entienden, pero que los ciudadanos agradecemos. ¿Será?
Exageración turística
Las intensas lluvias que cayeron en la capital en los últimos días provocaron que uno de los brazos del río Atoyac se desbordara al norte de la ciudad y generara inundaciones. Entre los afectados se encuentra La Constancia, que alberga cuatro museos. Algunos despistados dijeron que el agua dejó todo en ruinas porque su nivel alcanzó los 50 centímetros de altura. Lo real es que el acervo museístico no sufrió perjucio alguno, mientras que los daños en su interior serán subsanados con un seguro contratado por la Secretaría de Turismo. ¿Será?
UPAEP y el acercamiento
Si algo deben entender los integrantes de la Organización Nacional del Yunque, atrincherados en la UPAEP, es que los tiempos en Puebla han cambiado y que ahora existe una mano tendida al diálogo, encuentro y consenso. Las filias y fobias del pasado son una cosa y lo que actualmente se desarrolla en la entidad, política y socialmente, es otra. Una muestra de eso fue la decisión del gobernador José Antonio Gali Fayad de sentar en la mesa principal de su informe trimestral al rector de esa casa estudios, Emilio Baños Ardavín. Gobernador hay uno y eso debe quedar claro para todos. ¿Será?
Una reforma peligrosa
El Congreso del estado aprobó ayer una iniciativa que obliga a las empresas de seguridad privada que operan en la entidad a aplicar exámenes de confianza tanto a su personal como a nuevas contrataciones, además de que les prohíbe la contratación de aquellos ex elementos policiales que hayan sido dados de baja por reprobar esas pruebas. La situación resulta complicada, pues muchos ex uniformados encontraron en esas compañías una opción de trabajo real, pero ahora quedarán en el limbo laboral. En otras palabras, se convertirán en parias sociales y, sin exageración, les abren la puerta al mundo de la delincuencia. ¿Será?
