La duda no está en AMLO, sino en sus amigos
Javier Sicilia no duda de Andrés Manuel López Obrador: duda de la gente que lo rodea. El poeta y activista vino a Puebla a decir lo que para casi todos es claro: los nuevos reclutas de Morena son “deleznables”, son advenedizos que perseguirían el poder a donde fuera, aunque significara cambiarse el nombre. Puebla está lleno de ejemplos: ahí están José Juan Espinosa –y todos sus empleados–, Alejandro Armenta Mier –y todos sus empleados–, Miguel Barbosa Huerta –y todos sus empleados–, Manuel Bartlett –y todos sus empleados–. La lista podría seguir, pero sería ocioso: será cada vez más grande conforme se acerque 2018. ¿Será?
El “promotor” de la soberanía
A través de Ignacio Molina Huerta la administración municipal de San Pedro Cholula demandó a un reportero de esta casa editorial. ¿Cuál es el interés? Desacreditar una investigación que devela el posible uso de empresas fantasma durante la administración del morenista. ¿Por qué? Simple: el reportaje es hoy un obstáculo en las aspiraciones del edil cholulteca rumbo a 2018. Lo que Molina quiere es que el reportero se retracte y así quede validada la demanda que, según el funcionario, fue presentada a título personal. Así, cuando el dedo de López Obrador busque “promotor de la soberanía” en Puebla, la Comuna dirá que la investigación es falsa. ¿Será?
Respaldo y fraternidad
Hay que agradecer a la organización internacional Artículo 19 y a la Red Puebla de Periodistas todo el respaldo y asesoría que le han otorgado a esta casa editorial y al periodista Mario Galeana por la acción legal que emprendió el secretario General del Ayuntamiento de San Pedro Cholula. Su apoyo inmediato nos ha hecho sentir acompañados. También hay que agradecer a los reporteros y ciudadanos que ayer mostraron su solidaridad por las acciones de intimidación que realizaron algunos funcionarios municipales. A todos ellos un abrazo grande.
Vivir para el periodismo
Hacer periodismo siempre ha sido difícil. A veces, en algunos momentos, en algunos lugares, imposible. Antes de ser asesinado, el periodista Javier Valdez dijo que este oficio era como caminar por “un piso filoso y lleno de explosivos”. Dijo haber sentido, también, una “soledad macabra”. Y es cierto. El periodista suele estar solo. Algo más difícil que vivir para el periodismo es no cansarse de vivir para el periodismo. Ocurren siempre cosas terribles y algunos harán todo para que esas cosas no se sepan nunca. Eso, la censura, es su optimismo. A todos ellos les decimos no, nunca.
