Por Guadalupe Juárez
La informalidad en Puebla disminuyó en un año. Del 68.1% de la población que trabajaba de esta manera en el primer trimestre de 2016 fue menor al 67.8% en el mismo periodo de 2017, de acuerdo con datos de México ¿Cómo Vamos?
En el análisis basado en información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) se muestra una tendencia a la baja, pues hace un año en el segundo semestre se registró 67.6% de trabajos en este sector, en los siguientes tres meses bajó a 67%, y se contabilizó un repunte en los tres meses finales de 2016 al incrementar a 67.5%.
Según el estudio, la informalidad laboral está conformada, en su mayoría, por personas con más de 60 años, seguidos de jóvenes entre 15 y 19 años de edad y un tercero de 50 a 59 años.
La organización ha apuntado que la informalidad no sólo se refiere al ambulantaje –como el que se presenta en el Centro de la ciudad de Puebla o en la periferia de la capital– sino en sectores como la construcción, industrias manufactureras, transportes, oficinas de correo, almacenamiento y las actividades del sector primario, inclusive actividades delictivas.
La economía informal tiene una participación importante en la economía nacional, pues
–según datos del Inegi– en 2013 este sector aportó 24.8% al PIB nacional, con una producción de tres mil 559 millones de pesos, donde el comercio tuvo la mayor contribución con mil nueve millones de pesos.
A pesar de su aportación en los recursos económicos y en empleos a personas vulnerables, entre ellas adultos mayores, los especialistas consideran que el crecimiento de la informalidad daña la economía mexicana, pues provoca una competencia desleal con los comercios y empresas que cumplen con sus obligaciones fiscales.
