Quiroz Palacios dijo que el ex gobernador simuló su apoyo al subir al templete junto a AMLO en sus recorridos por la entidad, pues quería que el candidato fuera su sobrino Abdala
Por Mario Galeana
Abraham Quiroz Palacios destapó la hasta ahora soterrada disputa interna en Morena. El primer candidato al gobierno que tuvo en Puebla el partido que lidera Andrés Manuel López Obrador aseguró que Manuel Bartlett Díaz, vicecoordinador de la bancada PT-Morena en el Senado, no lo apoyó durante la campaña electoral del año pasado.
¿Los motivos? “Él quería que el candidato fuera su sobrino, Rodrigo Abdala. Desde entonces quiere eso”, afirmó.
“Fue una estrategia a largo plazo. Bartlett nos acusó a mí, a Carlos Figueroa y otros militantes diciendo que estábamos radicalizando al partido, que éramos comunistas, académicos que impedíamos el desarrollo del partido. Pero todo formaba parte de una estrategia que había trazado para ir colocando a su gente dentro de la propia estructura”.

—¿Y qué buscaba Manuel Bartlett con eso? —se le preguntó.
—Era una estrategia a largo plazo. Incluso sentí que, desde la campaña de 2016, ellos –ese grupo– no andaban con muchas ganas de apoyar al candidato de Morena.
—A usted…
—Sí, a mí. Hubo voces que acusaron al sobrino de sobreponer estructuras o trabajar una estructura paralela. Aunque él lo negó.
—¿Entonces cree que no lo apoyaron en la campaña? ¿Participaron de brazos caídos?
—Digamos que el apoyo se redujo a que estuvieron presentes en el templete durante las 100 visitas que hizo Andrés Manuel a Puebla. Ese fue el apoyo, entre comillas. En una ocasión Rodrigo imprimió volantes que tenían su foto en la parte superior y abajo, en una frase, expresaba su apoyo a López Obrador y a mí, cuando en realidad López Obrador no jugaba para la gubernatura. Los compañeros del partido vieron que claramente era autopromoción. Y desde entonces las diferencias se vienen registrando.
—¿Fue Bartlett quien le abrió paso a Armenta?
—No nos extraña que ahora los que llevan dos semanas protagonizando ruedas de prensa, eventos al interior del estado, son ellos. Incluso buscan a los coordinadores de Morena para pedirles su apoyo, porque durante el último Consejo Nacional se acordó que las nominaciones para las candidaturas emanarán de los Consejos Estatales buscando candidaturas de consenso.
—¿Cómo está compuesto el Consejo Estatal?
—Son 160 consejeros –teóricamente, porque algunos ya renunciaron o viven en Estados Unidos–, quienes se reunirán este domingo para nominar un candidato por consenso pero va a ser muy difícil.
—¿Hay una corriente mayoritaria (en Morena)?
—No, hay consejeros que jalan con el grupo del sobrino de Bartlett, otros con el Comité Ejecutivo Estatal (CEE) –a cargo de Gabriel Biestro– y hay otros más que me siguen estimando o siguen interesados en que vuelva a competir.
—Si no hay consenso, ¿qué ocurriría entonces?
—Será exactamente como en 2015: el Consejo nombra una terna y a ésa el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) agrega dos perfiles más. A los cinco, entonces, se les analiza por encuesta. El estatuto da la posibilidad de que hasta 50% de las candidaturas puedan entregarse a perfiles externos; ahí es donde pensamos que puedan tomar mayor presencia los que apenas llegaron al partido.
—¿Hay piso parejo?
—En los estatutos y el Consejo, sí. Pero afuera no porque no tenemos los mismos recursos financieros que Barbosa o Armenta para establecer una competencia pareja.
