Crónicas del Tercer Piso
Por Alejandro Bonilla Garduño /@AlexBonillaG
La ya tan evidenciada crisis de inseguridad por la atraviesa la ciudad y el Estado de Puebla ha hecho evidente muchas sospechosas acciones y omisiones de diversos personajes de la política estatal.
Por un lado tenemos a personajes como José Juan Espinosa, el Alcalde de San Pedro Cholula y tan evidenciado en últimas semanas que en una de sus acostumbradas ruedas de prensa, solicitó al Gobernador José Antonio Gali, “cinco minutitos” para exponerle algunas ideas que puedan remediar en algo la inseguridad que aqueja a los poblanos de la capital y los municipios conurbados.
Ni vayan a creer que quiere volverse a victimizar porque aspira, ilusamente, a la candidatura de MORENA.
Por otro lado tenemos a personajes de la actual administración estatal que parece que están dirigiendo sus naves –políticas y por supuesto públicas- hacia el proceso de selección interna de su partido con miras al 2018.
Cualquiera de las dos posturas es deleznable en medio del problema de la inseguridad.
En medio de los oportunistas se encuentra la población de a pie.
¿Qué preocupación puede tener un Alcalde o un Secretario de Despacho o un Diputado si viajan con escolta y en camionetas con guaruras? Que le roben a la población que sale con el alba de sus casas unos “cuantos pesos y baratijas” como dice el “sensible” Diputado local Pablo Fernández del Campo, es la diferencia para muchísimas personas entre comer o llegar a sus trabajos, pero que le voy a contar a nuestro honorable representante, que seguramente vive en carne propia subirse a un microbús y tener un pequeño teléfono de pre pago.
La cólera se comienza a respirar en Puebla.
Ya no es sólo el tema de los huachicoleros en el Triángulo Rojo (y su aparente diversificación delictiva por parte de los que ven afectados ahora su negocio), ahora son asaltos en transporte público.
La gente no quiere ruedas de prensa.
La gente quiere salir a la calle con seguridad. Quiere que los transportistas, por gusto o no, instalen todos los mecanismos que las autoridades consideren convenientes.
La gente quiere acciones contundentes y que no haya más muertos, porque de no ser así, el encono traerá consecuencias que no le convienen a nadie.
Sobre todo a Puebla.
Las elecciones están a poco menos de un año. Si esos funcionarios públicos aspiran a ocupar cargos de elección popular: ¡Renuncien ya y dejen trabajar a los que quieren o al menos tienen la intención de hacerlo!
Mucho ayuda el que no estorba.
