Sara Chilaca aseguró que sus consanguíneos le impidieron dar el último adiós a su progenitora

 

Por Mario Galeana 

La diputada por Compromiso por Puebla (CPP), Sara Chilaca Martínez, se enteró de la muerte de su madre, Enriqueta Martínez Espinosa, por los medios. Era una mañana tranquila del 27 de febrero de este año hasta que su hija, Adriana, recibió una llamada telefónica: era el pésame de un amigo suyo que había leído una noticia sobre el deceso de su abuela.

Adriana corrió hasta la legisladora y se lo dijo. La nota, publicada por un medio digital, se tituló así: Litigio por propiedades lleva a la muerte a madre de Sara Chilaca.

Pero lo que provocó que falleciera fue un paro respiratorio causado por la presión arterial. Y la idea de que un litigio produjo su defunción fue, en realidad, urdida por cinco de sus ocho hijos: Joselito, Araceli, Yesenia, Marisol y Fermín Chilaca Martínez.

Desde mayo de 2016, los cinco hermanos impidieron que la diputada tuviera contacto con su madre. Los ocho hijos iniciaron, un mes después, una disputa legal por los bienes inmuebles que su padre, Juan Chilaca Arenas, acumuló en San Pedro Cholula cuando vivía.

Sara Chilaca sólo pudo ver una vez a su madre en los últimos nueve meses de vida que tuvo. Ni siquiera la dejaron estar en su entierro.

 

CALUMNIAS Y DIFAMACIONES

El rostro de Enriqueta Martínez se hizo viral el 10 de octubre de 2016. Los cinco hermanos Chilaca hicieron que un diario local la entrevistara y el video se reprodujo desde temprano en cada red social.

En la grabación, la mujer de 83 años reprendía a Sara, su primogénita, por el pleito legal con sus hermanos. Pero atravesaba ya un deterioro cognitivo en su memoria y algunas de sus palabras eran inconexas, confusas; y el resto parecía, más bien, un discurso memorizado.

La legisladora local vio a su madre por última vez el 9 de mayo, cuando intentó llegar a su casa —un bien inmueble que su padre le heredó a Adriana, su hija— y las cerraduras habían sido cambiadas. Ello detonó que Sara denunciara despojo y amenazas cometidos presuntamente por sus hermanos.

También consideró que su madre no era atendida, por lo cual decidió denunciarlos por violencia intrafamiliar y abandono.

“Pusieron a mi madre a decir muchas cosas en los medios que no son ciertas, la manipularon. Y luego esas mismas notas las imprimieron mis hermanos y las pegaron por todo Cholula. Fue una serie de calumnias y difamaciones que hicieron para dañarme a mí, y no les importó usar a mi madre para ello. Fue algo muy cruel”, refirió la diputada local.

Sara Chilaca notó algo distinto en su madre con aquel video: era como si cada palabra le costase un profundo esfuerzo. “Yo vi que mi mamá tenía un papel en la mano y se agarraba el pecho como si le doliera”, agregó.

Era neumonía. Días antes, Enriqueta había recibido atención urgente debido al padecimiento y aunque el médico recomendó su hospitalización, los hermanos optaron por pedirle un tratamiento casero.

No funcionó. El 22 de octubre la mujer fue internada en una clínica médica. Sufrió tres paros cardiacos, pero sobrevivió y pasó cinco días en terapia intensiva. Sara Chilaca obtuvo la tutela de su madre y, horas antes de que se le diera de alta, los cinco hermanos opositores la sacaron del hospital, aun cuando el médico intentó oponerse.

“No les importó que tuviera calentura. Se la llevaron y la fueron a esconder a uno de los departamentos de mi padre. Yo pedí que la Fiscalía General del Estado (FGE) investigara la negligencia del trato de mis hermanos, que fueran a interrogar al doctor, a averiguar sobre los motivos de su hospitalización. Pero la Fiscalía nunca se presentó”, narró Chilaca.

Enriqueta murió cuatro meses más tarde.

 

HERMANOS INTENTARON REMATAR BIENES

Cuando Sara Chilaca supo sobre la muerte de su madre, investigó el lugar donde la enterrarían y llegó con su luto hasta la puerta. Ahí se encontró con un grupo de hombres que la insultaban y le impedían el paso.

“Mi madre murió porque no le dieron su medicamento para la presión arterial. Eso le ocasionó insuficiencia respiratoria. Eso la mató. Si mis hermanos no la querían atender, ¿por qué me prohibieron verla? ¿Por qué intentaron a toda costa que no pudiera hablar con ella? Es algo inhumano”, señaló la diputada local.

En varios medios, los hermanos de Sara Chilaca han afirmado que ella ha iniciado el litigio por la herencia de su padre porque quiere conseguir la propiedad de todos los bienes inmuebles.

“Pero es mentira. Cuando mi padre murió, ellos querían rematar todo. Yo me opuse porque no iba a dejar que todo el sacrificio que hicieron mis padres se dilapidara. Sugerí que aceptáramos lo que nos tocaba —cada uno sabía qué propiedad le tocaría— porque era lo más sano. Eso no me lo perdonaron jamás. Fue tanto su rencor que no me dejaron siquiera despedirme de mi madre”.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *