Los comerciantes que aceptaron la reubicación en la 12 oriente-poniente saben que en las calles cercanas al zócalo las ganancias son altas, pero confían en el proyecto

 

Por Osvaldo Valencia

Entre los vendedores ambulantes que conforman el Corredor Comercial de la 12 Poniente-Oriente no hay rencor o rencillas contra los toreros de las calles 6, 8 y 10 Poniente

Aunque sus ventas pueden ser 70% menores con respecto a quienes no forman parte del programa del Ayuntamiento de Puebla, los informales se ponen en sus zapatos.

“Entendemos la necesidad de los demás”, dice un vendedor de bolsas de la 12 Poniente que pide mantener su identidad como anónima.

“A nosotros no nos molesta eso, entendemos que todos tenemos la necesidad de conseguir dinero y uno le busca en donde pueda ganar más. Si los que estamos aquí no necesitáramos el dinero, ¿usted cree que estaríamos aquí?”, pregunta Antonio Macías, un comerciante informal de ropa.

En los dos meses que tiene de haber cambiado, de la 8 a la 12 Poniente, Antonio supo que entre más cerca se estuviera del Zócalo mejor era el negocio, pues apenas se integró al Corredor Comercial sus ventas cayeron 80%.

Pese a ello, se aferra a que el proyecto termine de funcionar, aunque algunos de sus compañeros han preferido abandonar el negocio: “Muchos ven de plano que acá no hay ventas y prefieren torear en otras calles o mejor dedicarse a otra cosa”.

 

Zona sin atracos

En las primeras dos semanas del programa municipal de reordenamiento de ambulantes, locatarios y vecinos de la zona manifestaron que en las calles del Corredor Comercial aumentó la delincuencia por la aglomeración de vendedores ambulantes en unos cuantos metros cuadrados. Hoy esos reportes –dicen– ya no se oyen.

“Desde hace dos meses que un chavo le robó a unos ambulantes y lo agarraron para golpearlo, ya no hemos oído de asaltos por aquí. Yo creo que porque están tantos ambulantes ya no se acercan”, dice un empleado de una tienda de ropa.

De hecho, cuenta que la relación entre los comerciantes informales y los locatarios es buena, de apoyo, para mantener la seguridad en las calles.

Arturo, un señor de 72 años que vende bisutería en la 12 Poniente y avenida 5 de Mayo, atribuye la disminución de delitos en estas vialidades a que jóvenes que podían delinquir se dedican a trabajar para conseguir dinero de forma honrada, aunque la zona del Corredor no genere muchas ganancias.

“Aquí hay mucho joven que trabaja para los dueños en puestos de ambulantes para no dedicarse a delinquir. Si ven que no hay venta pues quitan su puesto y dejan sin chamba al chavo, y sin chamba hay quienes se dedican a robar. Por eso necesitamos algo mejor que este Corredor”, asegura Arturo, nombre ficticio para ocultar su identidad.

Piden mejoras para el Corredor

Pese al incierto inicio que tuvo este proyecto, varios vendedores informales, de la 2 a la 5 Norte, dijeron que el Corredor Comercial puede funcionar, siempre y cuando se dé mantenimiento a la vialidad.

Algunas de las medidas que ven como urgentes son la mejora de la pavimentación para las lluvias, el retiro de los autos estacionados y en doble fila, así como la limpieza del lugar.

“Así nosotros nos podríamos bajar al arroyo vehicular, sin obstruir el paso de peatones y vehículos y conseguir que nos compren más, lo que en verdad queremos”, comentó un vendedor de comida rápida del Corredor Comercial.

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